Encrucijada
A un lado, el precipicio; al otro, una manada de lobos hambrientos. Y en ese preciso instante de indecisión, recordé con claridad a la vieja gitana que me clavó las uñas en la palma de mi mano cuando vio mis dos líneas de la vida, una corta y otra larga.
No hay comentarios :
Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!