El aprendiz
Supe que podía publicar en aquel blog y me sentí escritor en plenitud.
No me eligieron para el premio. No obtuve ni un solo comentario. Sesenta publicados y ni un comentario, comprendí que tenía que aprender a escribir.
Tiré la pluma y dejé el papel en blanco. Gané el concurso.
No me eligieron para el premio. No obtuve ni un solo comentario. Sesenta publicados y ni un comentario, comprendí que tenía que aprender a escribir.
Tiré la pluma y dejé el papel en blanco. Gané el concurso.
A menudo se logra el éxito sin buscarlo y de la manera más incongruente. Tu historia invita a pensar sobre el verdadero significado de esta palabra.
ResponderEliminarSaludos, Gil.
No hay porqué preocuparse, unos saben escribir y otros no saben leer
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