Gravedad
Odio que me toquen el pelo. Mi calvicie incipiente hace de la tarea de peinarse algo prolijo y concienzudo, una labor exigente en tiempo y atención. Además tuvo que ser él. Mi jefe no deja de sorprenderme con peticiones insólitas. Dos circunstancias simultáneas y esa maldita ventana que estaba abierta.
Hay algunos "prontos" que está más que justificados.
ResponderEliminarMuy bueno, Jero.
Saludos.
Muchas gracias Enrique. Disculpa la demora de mi respuesta el trabajo a veces.... Un abrazo y gracias por tu comentario
EliminarTodas las personas tenemos algún punto débil o asunto extremadamente delicado que quien nos conoce sabe que no debe nunca tocar, pues si ello sucede, pueden desencadenarse todos los demonios. El miedo a la calvicie, el aferrarse a los últimos capilares supervivientes es materia reservada.
ResponderEliminarUn buen ejemplo de humor negro.
Un saludo, Jerónimo.
Gracias Ángel. He estado fuera de juego un tiempo pero te agradezco ahora el comentario. Me alegra que lo hayas leído un fuerte abrazo
EliminarDeterminadas circunstancias nos conducen irremediablemente a actos que jamás de los jamases hubiéramos imaginado. ¿O sí?
ResponderEliminarCreo que desde que pululo por esta página me estoy aficionando al humor negro. ¡Bravo!
Un saludo.
Fina
GRacias Fina. Un poco de humor nunca viene mal. Un abrazo
EliminarJero