Gravedad

Odio que me toquen el pelo. Mi calvicie incipiente hace de la tarea de peinarse algo prolijo y concienzudo, una labor exigente en tiempo y atención. Además tuvo que ser él. Mi jefe no deja de sorprenderme con peticiones insólitas. Dos circunstancias simultáneas y esa maldita ventana que estaba abierta.
Escrito por Jerónimo Hernández de Castro

6 comentarios :

  1. Hay algunos "prontos" que está más que justificados.
    Muy bueno, Jero.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias Enrique. Disculpa la demora de mi respuesta el trabajo a veces.... Un abrazo y gracias por tu comentario

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  2. Todas las personas tenemos algún punto débil o asunto extremadamente delicado que quien nos conoce sabe que no debe nunca tocar, pues si ello sucede, pueden desencadenarse todos los demonios. El miedo a la calvicie, el aferrarse a los últimos capilares supervivientes es materia reservada.
    Un buen ejemplo de humor negro.
    Un saludo, Jerónimo.

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    1. Gracias Ángel. He estado fuera de juego un tiempo pero te agradezco ahora el comentario. Me alegra que lo hayas leído un fuerte abrazo

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  3. Determinadas circunstancias nos conducen irremediablemente a actos que jamás de los jamases hubiéramos imaginado. ¿O sí?
    Creo que desde que pululo por esta página me estoy aficionando al humor negro. ¡Bravo!
    Un saludo.
    Fina

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    1. GRacias Fina. Un poco de humor nunca viene mal. Un abrazo
      Jero

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