Idiosincrasia rural
Don Matías, el profesor del pueblo, siempre fue justo en sus resoluciones, de este modo actuó con el zagal que cortejaba a su hija. "Con el linaje y la educación que has demostrado, sólo te puedo conceder la mano de mi adorable Purita. El resto del cuerpo, en sucesivos exámenes".
Jajaja ... lo tiene claro el zagal, con ese suegro!
ResponderEliminarGran relato que me suena de algo ... ;)
Un saludo microlunáticco!
jajaja, muy justo Don Matías. ¡Y anda que no iba a aplicarse a partir de entonces el zagal1
ResponderEliminarSuerte Nicolás.
Cuando se licencie en una ingeniería y llegue a ministro quizá el maestro le apruebe con derecho a todo el cuerpo, o igual ni entonces, que se le ve exigente, igual es verdad que la muchacha lo merece.
ResponderEliminarSimpático y con características rurales de las de antes.
Un saludo, Nicolás
Buena motivación le buscó al chico para preparase sus exámenes. Sólo le deseo al joven que la adorable Purita no heredara las mañas del papá. Suerte, Nicolás. Un saludo.
ResponderEliminarMaria Jesús Rodríguez
Un micro que en su sencillez, denota elegancia.
ResponderEliminarSuerte
Estupendo relato...Un saludo
ResponderEliminar"Confiemos en la metáfora y en que la entrega, aunque tardía, sea única..."
ResponderEliminarSe lee con gusto, Nicolás, e invita a sonreír.
ResponderEliminarEl caso es que a mí este Don Matías me parece algo ingenuo, a no ser que tenga otro don: el de la ubicuidad.
Saludos.
Enrique Mochón
Jajajaja!! Genial. Pobre purita y pobre novio... jajaja! Aunque se le escaparán al profe. De eso no hay duda! Super bueno! Saludos. María Ordóñez
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