Mirada fija
Cuando se dio cuenta de la atención que despertaba, experimentó un sobresalto. Por mucho tiempo vivió su vida sola. Y cuando por primera vez se sintió codiciada, una ola de temor y ansiedad la inquietó.
Quiso corresponder mostrando una sonrisa, pero se contuvo: la mano del hombre sujetaba una correa.
Quiso corresponder mostrando una sonrisa, pero se contuvo: la mano del hombre sujetaba una correa.
Sin duda, aquello de "más vale sola..." llevado a su máxima expresión. Buen relato y mejor crítica de una lacra que parece inherente a esta especie. Saludos.
ResponderEliminarFina
Wow. Muy bien escrito el mensaje. Fina tiene razón: más vale sola... Saludos, María Ordóñez
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