Ojos irritados
Se embarcó en la lectura de un superclásico de hace unos cien años. Nunca lo consiguió en librerías ni bibliotecas, pero la red es efectiva. Con su nueva tableta casi todo es posible. Desea continuar, nunca devoró algo tan interesante. No obstante, los rayos de su monitor ya han actuado.
Cuánto deben los oftalmólogos y las ópticas a los fabricantes de pantallas en las que nos dejamos los ojos cada día y cada noche. De todas formas, ya que parece que no queda más remedio, mejor perder vista con buenas lecturas que enganchen, que no con programas basura.
ResponderEliminarMe alegro mucho de leer algo tuyo, Óscar, que ya iba tocando.
Un abrazo