Tú la llevas
Morgana se palpó la punta de la nariz. Le había salido una verruga enorme.
Por el rabillo del ojo, descubrió a Piruja, escondida tras un árbol. Dando un rodeo, se le acercó disimuladamente y tocándole la espalda le dijo:
—Tú la llevas.
Piruja se palpó la punta de la nariz.
Por el rabillo del ojo, descubrió a Piruja, escondida tras un árbol. Dando un rodeo, se le acercó disimuladamente y tocándole la espalda le dijo:
—Tú la llevas.
Piruja se palpó la punta de la nariz.
Jajaja! Quién sabe qué quieres decir. Debo leerlo otra vez. En México, P...ja no es nombre santo, jajaja! ¿Es el juego de niños, no? En el que le pegas el castigo. Me gustó! Saludos!
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias por comentar, Anónimo.
ResponderEliminarEn segundo lugar, si no me entendiste, significa que no lo hice del todo bien, aunque en esta incomprensión quizás haya influido algo tu origen de México.
En todo caso, efectivamente, hacía referencia al juego de niños, el clásico pilla-pilla, sólo que en mi relato las jugadoras eran dos brujitas.
Saludos cordiales