El topo

Por tercer año consecutivo, sacaba el dedo, republicano y enfermo, por el orificio en el suelo junto al cabecero de la cama de su habitación y acariciaba la mano de su mujer, que la dejaba caer pensando en él cada vez que el falangista la visitaba, a cambio de medicinas.
Escrito por Rhythm Moon Blues - Twitter

3 comentarios :

  1. Sólo necesito una palabra: Extraordinario!

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  2. Conquinceletras3/8/14, 6:01

    ¡Muchas gracias! ¡Qué cincuenta palabras más bien aprovechadas!

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