Enredados
La red de redes los presentó —ella bordeando los cincuenta, él estrenaba veintitrés— y quedaron 'Apalabrados' en su juego favorito.
Las confidencias aplazaron el pasatiempo: "Mi madre, azafata, nunca me ve", "Mis hijos, como tú, también volaron". Intercambiaron inagotables mensajes de su archivo emocional e inventaron una mágica relación virtual.
Las confidencias aplazaron el pasatiempo: "Mi madre, azafata, nunca me ve", "Mis hijos, como tú, también volaron". Intercambiaron inagotables mensajes de su archivo emocional e inventaron una mágica relación virtual.
Enhorabuena por hacer de la síntesis un verdadero arte.
ResponderEliminarPrecioso relato.Un saludo.Ana.
No podía dejar de contar esta entrañable historia, gracias... a ti.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga.
Chusa
Como siempre, tan precisa y tan precioso compendio. Abilio
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Gracias, Abilio.
ResponderEliminarSaludos
Qué bonito relato y qué de nuestros tiempos. En el mundo de la tecnología, las redes sociales y los viajes a lugares lejanos, es curioso cómo las distancias se hacen muy cortas para unos pero enormes para otros; acercándonos y alejándonos de maneras nunca sospechadas.
ResponderEliminarEstupendo relato.