La nariz de Pepín Bellota
Pepín Bellota lo olía todo. Pero su especialidad eran las personas. Husmeándolas adivinaba su futuro.
"Este morirá mañana. A este lo engaña la mujer. A ese lo echan hoy del trabajo".
Era tal su tormento que dejó de coger el metro y aprendió a ir en monopatín a los cincuenta.
"Este morirá mañana. A este lo engaña la mujer. A ese lo echan hoy del trabajo".
Era tal su tormento que dejó de coger el metro y aprendió a ir en monopatín a los cincuenta.
¡Qué bueno, María!
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricia!!!!!
ResponderEliminarIngenioso y muy bien escrito, María. Va un 'Me gusta'.
ResponderEliminarSaludos y suerte.
Me alegro que te guste. ¡Mil gracias!
EliminarMaría