El espejo de Penélope
Aquella noche el espejo le devolvió la misma imagen que hacía veintiocho siglos... Ahora, Penélope tejía un precioso vestido negro, para cazar idiotas, mientras a Ulises, único pretendiente, ya sin fuerzas para tensar el arco, se le iban las noches y la vida esperándola.
De un flechazo rompió el espejo.
De un flechazo rompió el espejo.
¡Grande!
ResponderEliminarGenial interpretación del mito de Penélope y Ulises. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas graias a ambos, me animais a seguir escribiendo.
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