Evaluación de candidatos
Las aguas del canal eran hipnóticas y pedalear bajo la sombra de los castaños, mágico. Por eso no me sorprendió encontrar una rana haciendo autoestop. La llevé hasta una charca y dudé, pero me dio asco besarla. Muchos besos después sigo preguntándome si no dejé escapar a mi príncipe azul.
¡Muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias, Sara!
EliminarComo siempre, perfecto...
ResponderEliminarQuien fue a hablar...
EliminarAaaahhhhh! Pues haber aprovechado.
ResponderEliminarEstupendo, Patricia
¡Anda! Acabo de fijarme en el título! ¡Qué frialdad la tuya, Patricia! Jeje
ResponderEliminarEl título, siempre el título, que tanto puede afectar al relato....
Felicidades dobles.
Así soy yo, mon ami, fría y calculadora.
EliminarGracias, Luis!
Siempre le quedará la duda.
ResponderEliminarMuy bueno, Patricia. Felicidades
Ay, la duda eterna...
EliminarAbrazos!
Nunca hay que escatimar un beso, siempre se pierde algo al no hacerlo. Si hay algo para no perderse, hipnótico y mágico, son tus letras.
ResponderEliminarUn abrazote
Aquí si hay algo que nos estamos perdiendo son tus 50 palabras, que hace mucho que no te leemos.
EliminarAsí que sí quieres besos, a escribir!!!
Abrazos si que te doy.
A lo hecho, pecho, ¡Ea!
ResponderEliminarQuizás no va por ahí, pero me ha parecido una buena escenificación de la insatisfacción crónica de nuestra sociedad.
Saludos
Pues sí, Notinc, siempre rabiando sin valorar lo que tenemos.
EliminarMe guardó tus saludos y te los cambio por abrazos.
Un beso rechazado siempre se lamenta; tarde o temprano. Dejo un "me gusta".
ResponderEliminarAbrzos.
Gracias, Rafa. Te dejo que me tengo que ir a hacerle auto-stop a un vendedor de jaguars
ResponderEliminarMuy bueno Patricia.
ResponderEliminarA propósito, creo que acabo de ver un jaguar conducido por una rana besando el retrovisor. jejeje! va un "I like it"
Jua, jua, hemos hecho un nuevo relato. Es mejor este final.
EliminarBesotes, Isidro.
¡Ay , las ranas! yo también me niego a probar sus ancas, aunque dicen ser bocado de principe!
ResponderEliminarMuy bueno.
Pues no están los tiempos para despreciar delicatesen... Tú pones las ancas y yo hago la paella. Estáis todos invitados!
EliminarGracias, MJ.
No te arrepientas, Patricia; hay que hacer caso al instinto. Si algo te da asco, déjalo, que igual te sienta mal. Tengo entendido además que los príncipes que han sido antes ranas conservan ciertas costumbres de cuando la charca que...
ResponderEliminarSaludos. Me gusta.
Gracias, Enrique. Voy a hacerte caso y voy a dejar el curro... Bueno, no, que igual acabo en la charca.
EliminarSaludo grande.
¡Magnifico, Patricia! Tú no besaste aquel día a la rana, pero a mí me has encantado con tus palabras. ¡¡Qué bueno!!
ResponderEliminarVa un 'Me gusta' y mis saludos. Y con ellos mi reconocimiento.
Hala! Otro que quien fue a hablar!
EliminarCuidado con mis encantamientos, que mi chico dice que soy una bruja.
Un abrazo envuelto en mi admiración.