Fe
Saltó de la cama y empezó a vestirse. Se detuvo un instante ante el espejo y poco después salió. Ceremonioso, atravesó el parque hasta llegar al edificio vecino. Subió la escalera, tocó el timbre. Abrió una mujer. Ella no lo conocía.
Él confió ciegamente en el amor a primera vista.
Él confió ciegamente en el amor a primera vista.
Me ha parecido una historia estupenda, Ruperto. Un hurra por tu personaje.
ResponderEliminarSaludos