Una bala tras otra bala
No tenía premura, pero tampoco era cuestión de jugársela más de lo necesario al intratable tiempo. Aquel que, precisamente, no tenía.
Comenzó a sacar de la caja la munición, una tras otra, hasta completar el cargador.
Estaba listo. Apretó el gatillo, con suavidad… De súbito, le salieron estas cincuenta palabras.
Comenzó a sacar de la caja la munición, una tras otra, hasta completar el cargador.
Estaba listo. Apretó el gatillo, con suavidad… De súbito, le salieron estas cincuenta palabras.
¡Muy bueno! Si todas las armas estuvieran así cargadas, otro gallo cantaría. "Me gusta"
ResponderEliminarPues me temo, Isidro, que el gallo seguirá afónico. Gracias por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Tus palabras nunca son de fogueo, Jose Antonio. Estupendo. Me alegro de que encuentres siempre algo de tiempo para estas pequeñas ráfagas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No son de fogueo y no tiran a matar.
EliminarGracias Enrique por leerme y comentar estos disparos que a veces me salen a lo loco.
Un abrazo para ti.
Una sucesión de disparos bien bien dirigidos.
ResponderEliminarUn saludo, José Antonio
Sí, Ángel, he procurado no tirarme al pie, que duele.
EliminarSaludos y muchas gracias.
Tu excelente dominio de esta arma hace que tus disparos sean siempre certeros. Saludos.
ResponderEliminarFina
Ese es mi deseo, Fina: acertar y que no me salga nunca el tiro por la culata.
EliminarGracias por tus palabras y saludos.
PD: ¿Para cuándo uno tuyo?
Cuando se tiene buena puntería resulta muy fácil acertar.
ResponderEliminarSuerte, José Antonio. Un saludo.
Gracias por tu amable comentario, Anónimo. Uno busca acertar siempre, pero no siempre lo consigue. Pero hay que insistir. En algún momento podemos dar en la diana.
EliminarMuchas gracias y saludos cordiales.
Buen tiro José Antonio. Me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos
Tiré a dar, pero no las tenía (no las tengo) todas conmigo. Aquí hay muy buenos microrrelatos y uno espera no dar tiros al aire.
EliminarGraciaspor tus palabras.
Un saludo.