Enanitos en Consejo
Comenzó con el orden del día: desalojar a aquella mujer que se había instalado intrigantemente en su casa. Sabio, el presidente, manifestó que el desahucio estaba mal visto y además era imprudente por riesgo de escrache. Pero una anciana asesora aportó una siniestra solución.
Después votaron. Tímido optó por abstenerse.
Después votaron. Tímido optó por abstenerse.
O sea, que en realidad era así el cuento. Ahora caigo por qué cuando la bruja lleva a Blancanieves la manzana envenenada con magia negra los enanos se habían ido a trabajar a la mina, qué desagradecidos, compincharse con la bruja contra una princesa a quien tenían de asistenta y sin salario.
ResponderEliminarBien llevado este cuento clásico hasta los problemas de hoy.
Saludos
Así era, o así pudo ser, Ángel. Algunos tacharían a esos enanitos de ingratos, autosuficientes e incluso de misóginos. Pero ellos sólo estaban defendiendo su territorio...
EliminarGracias por tu comentario y un saludo.
Revisión de un clásico de la cuentística tradicional que da miedo por lo actual de su contenido.
ResponderEliminar¡Bravo, María Jesús! Va mi 'Me gusta' y mi manifiesta solidaridad con la okupa.
Saludos.
Una revisión de este clásico en el que la pobre okupa no debió de terminar nada bien. Que le pregunten a la asesora...
EliminarMe alegra que te guste el cuento, José Antonio. Un abrazo.
¡Felicidades por tu décimo cincuentapalabra aniversario y por tu relato!
ResponderEliminarComo ha dicho Ángel, ha sido un acierto traer a Blancanieves a nuestro presente. Siguiendo la idea, me imagino al príncipe azul vestido con una toga de abogado de oficio.
Saludos
Gracias, Notincgas, estás en todo...
EliminarA buen seguro que la pobre mujer ya está metida en abogados.
Un saludo para ti.
Muy bueno, MJ.
ResponderEliminarAcabo de leer que en el cuento original los enanitos eran ladrones que se escondían en una cueva. Así que tu versión aporta un granito más a la triste historia de Blancanieves.
Abrazos!
Es bueno reinterpretar, dar vueltas a las cosas y sugerir otros finales. Que alguien se anime y busque otro papel para Blancanieves, más que nada para que no se encasille... Je, je, je.
EliminarMuchas gracias, Patricia, por tu aportación.
Aunque era Sabio y era presidente... yo creo que era enanito mental. ¿No?
ResponderEliminarMe gusta.
Me temo, Isidro, que como buen enanito, lo tendría todo pequeño.
EliminarGracias y suerte.
Original y divertido. Cada cual queda en su sitio.
ResponderEliminarBuena lección de literatura y democraccia.
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MJ:
ResponderEliminarGran relato y creo deja al vuelo la decisión qué se ha votado: ¿el desalojo o el asesoramiento de la anciana?
Saludos.
Así es, Saltimbanquin, realmente el final queda abierto a la interpretación de cada cual.
EliminarGracias y un saludo.
Sólo es una nueva visión del cuento tradicional. Cada cual que saque sus conclusiones.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu opinión, Gil. Saludos.
Hola María Jesús, como siempre un gran acierto. Pero me pregunto al hilo del "cuento": El movimiento asambleario se ha inventado para "aupar" al líder?, ahí lo dejo.
ResponderEliminarEnhorabuena una vez más por tu ingenio y agudeza. Un abrazo de Abilio.
Sospecho, querido Abilio, que en esas lides tú eres el especialista. Ahí te la devuelvo.
EliminarMuchas gracias por tu generosa valoración. Un abrazo fuertote.
Un cuento clásico y a la vez una historia tan actual. Me ha encantado cómo lo has expuesto, te felicito.Creo que da para una segunda parte, que sepamos cómo acaba la ocupa.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Un conflicto muy de actualidad pasado por el irónico tamiz del cuento. Habrá que pensar eso de la segunda parte...
EliminarMuchas gracias, Malu, por tu aportación. Besos.
Tiene muchísimas lecturas. Yo me quedo con la de que hay que librar a la democracia de los manipuladores, entre otras muchas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo, Mª Jesús. ¡Me gusta!
Enrique Mochón.
Como tú, la mayoría estamos hartos de tanto atropello, de manipuladores y asesores siniestros... lo estamos viendo cada día.
EliminarMe alegra que te guste, Enrique. Un abrazo.
Un conflicto de actualidad hecho cuento, o un cuento que trasluce parte de esa cruda realidad de los desalojos... En cualquier caso es un buen relato con dosis de ingenio y muy perspicaz.
ResponderEliminarUn saludo.
José Luis
Como la vida... igualito, que no deja de ser un conflictivo cuento más o menos bien contado.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, JL. Saludos.
Mª Jesús