La condena
En la cripta donde me han conducido los verdugos se respira un hedor insoportable. No puedo evitar que me empujen a una fosa imposible de escalar. Caigo sobre una nube de gusanos entre huesos, carne y líquidos putrefactos de varios cadáveres en descomposición. Esa será mi condena: contemplar mi futuro.
Muy bueno Cadillac Solitario. Te pincharía al menos 2 me gusta, pero el sistema sólo me permite uno. Pues un me gusta y un abrazo!
ResponderEliminarQue bueno, Cadillac, me encanta.
ResponderEliminarMi más sincero "me gusta".
¡Cuídate!
Muchas gracias por vuestros comentarios, Isidro y vreinaldo.
ResponderEliminarMe cuidaré.