Monotonías
En una planta diáfana, cientos de mesas idénticas perfectamente alineadas y con la misma orientación. Agripino López ocupa la D52. Hoy tuvo una gran idea: giró su mesa ciento ochenta grados. Se sintió diferente y feliz durante quince minutos. El tiempo que tardaron todos sus compañeros en hacer lo mismo.
15 minutos de felicidad y 50 palabras para contar toda una vida.
ResponderEliminar¡Magnífico, Rafa!
Gracias Pati.
EliminarBesicos.
¡Buenísimo! Al pinchar "me gusta" me he dado cuenta que era tuyo. ¡Cómo no! debes ser que tenemos gustos parecidos en estas lides. Enhorabuena Rafa.
ResponderEliminarCoincidimos en escenas de trabajo. Dan para mucho ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo, Isidro.
Una de dos: a los pioneros contracorriente los llaman locos o los termina siguiendo todo el mundo. Yo soy seguidor tuyo, que lo sepas.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu seguidismo compensa de largo la calificación de chalao que me otorgan muchos.
EliminarGracias Ángel.
Un Bartleby, el escribiente, en toda regla. Pero sus compañeros le fastidiaron la heroicidad. Hay que joderse.
ResponderEliminarEnhorabuena, Rafa.
Escribiente auténtico, aunque con mala conciencia. La masa tiende a fagocitarlo todo.
EliminarGracias Eduardo.
Un elato bien construido que nos indica que a veces es bueno cambiar de rumbo.
ResponderEliminarSIGUE AUNQUE TENGAS QUE CAMBIAR DE RUMBO.
Intentando romper la monotonía, aunque no lo consigas sales de ella.
EliminarGracias por comentar, Gil.