Pecados capitales
La avaricia llenó sus estanterías y la ira, su equipaje. La soberbia les hacía mirar por encima del hombro y la envidia era su alimento. Con gula devoraron a aquellos que les querían y la lujuria les empujó a no respetar a nadie. Solamente por pereza no cayeron más bajo.
¡Me encanta!
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