Buenos días
Despiertas y lo primero que ves es tu cabeza cercenada sobre las sábanas. Te incorporas, miras al espejo y, al principio con horror, descubres que ahora llevas sobre los hombros una cómoda cabeza de asesino que sonríe y dice: "Muy buenos días, hoy hace buen sol para salir a caminar".
Me ha hecho gracia tu forma de presentar a un asesino. ¡Que no me encuentre!
ResponderEliminarSuerte
¡Gracias! Creo que todos llevamos dentro el bien y el mal. Todo depende de con qué pie se levante uno cada mañana. Abrazos.
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