De perros
Un hueso roído por un perro manso. El mismo hueso, una y otra vez. Años mascando ese residuo duro e insípido que dices es mejor a no tener nada. La escasa algarabía de las horas muertas lamiéndote en el sofá las heridas. Así es la vida que se te escapa.
Hay quien se aferra a un consuelo vacío y, como bien dices, deja que la vida se le escape, cuando en el fondo no deja de ser un recurso un tanto cobarde. Si no se tiene nada, hay que salir a buscarlo, debe haber descanso y reposo, pero la vida es inquietud, actividad y movimiento, lo contrario es engañarse.
ResponderEliminarUn saludo
Felicidades Sara, me parece un relato buenísimo. Vida de perros que dice muchísimo en estas 50 palabras.
ResponderEliminarCoincido con el mensaje de Ángel: actividad y movimiento.Y a otro perro con ese hueso.
Besos.
Malu.
En pocas palabras resumes la vida mediocre de muchos mortales.
ResponderEliminarInteligente visión.
Muy bien Sara, tienes un poder narrativo impresionante, captas momentos espectaculares.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarAbrazos.