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Se rumorea que estamos invadidos por seres hostiles de otros mundos. Unos los describen como orientales, otros dicen que se ocultan tras atuendo islámico, pero en realidad desconocéis que los extraterrestres estamos entre vosotros desde hace mucho tiempo y sólo nos distinguimos por nuestra profesión de banqueros, políticos y corruptos.
Pero... "podemos" acabar con vosotros, raza ingenua e infeliz...
ResponderEliminarMe gusta, mon ami.
Merci Patrice! Voilà cést que je pense. Nous pouvons finir avec eux!
ResponderEliminarEs legendario aquello de "existen otros mundos, pero están en este". Cuento humorístico y futurista que toma como villanos a quienes hoy están mal vistos. El título es todo un juego de tipografía, que parece encerrar una clave numérica misteriosa, una cuenta en Suiza, por ejemplo.
ResponderEliminarUn saludo, Isidro
Gracias Angel. ¡Las coges al vuelo! Es cierto que a veces nos da por buscar las cosas en sitios lejanos o extraños, cuando realmente muchas están a nuestro lado o dentro de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena por tus éxitos.
El verdadero enemigo esta en casa. No hay que buscarlo fuera.
ResponderEliminarPerdona que no te haya respondido antes Raquel.Tras tus palabras he sido presa del pánico y rápidamente he ido a casa a hacer justicia. De forma sanguinaria he acabado con los que compartía mi vivienda.
EliminarAhora me da pena de mi hamster, mi pez payaso y mi periquito. Este último me ha mirado como si yo estuviese loco. Jajaja!
¡Es broma Raquel! Muchas gracias por tu comentario.
Saludos.
El título ya apuntaba maneras. El texto, las demostraba a las claras. Muy buen relato el tuyo, Isidro. Desde ahora, cuando vea a un banquero o a un político (sea corrupto o no), los miraré con cierta suspicacia. Y también a otros colectivos uniformados. Me huelo que estos, al igual que aquellos, proceden de otros mundos.
ResponderEliminarUn saludo terrícola.
Muchas gracias José Antonio por tu comentario. A tenor de vuestras opiniones, estoy llegando a la conclusión de que realmente ¡estamos rodeados!. Hoy he enviado a Alex una "segunda parte" del relato que me inspiró Raquel Tevas.
EliminarUn abrazo terrícola.