Hijo
Le cogió la mano, que se enroscó en su dedo desde la cuna. "Hola, hijo", balbuceó emocionado. Absorto en su dicha, pasaron ante sus ojos campos de fútbol, escuelas, cines, excursiones, abrazos y sobremesas.
Le cogió la mano desde su cama del hospital. "Gracias, hijo", exhaló en un último suspiro.
Le cogió la mano desde su cama del hospital. "Gracias, hijo", exhaló en un último suspiro.
A veces, pasar de un "hola" inicial a ser merecedor de un "gracias" final requiere toda una vida, de ahí que quien lo logra puede darse por satisfecho.
ResponderEliminarUn texto emotivo.
Saludos
Muy bueno y conmovedor. ¡Me gusta!
ResponderEliminarMe ha llegado. Me gusta. Enhorabuena
ResponderEliminar¡Cuánta emoción con tan pocas palabras! Muy bueno.
ResponderEliminarToda una experiencia vital. Muy bonito y emotivo.
ResponderEliminarQuim
Me alegro de que os guste. Un hijo es para toda una vida ;-).
ResponderEliminarDicen que cuando tu hijo te coge de la mano por primera vez ya te tiene agarrado para siempre. Algo así nos cuentas tú en esta preciosa historia.
ResponderEliminarUn saludo, Tuso.
Algunos sentimientos no se dejan plasmar fácilmente por escrito. Tú no sólo lo has logrado, sino que, además, has llegado a transmitir tanto con tan poco que limitarme a un “me gusta” me parece algo rácano por mi parte. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarSaludos.
Fina