La anciana Blancanieves
Ella tarda cada vez más en ponerse guapa. A él no le importa y la observa alelado desde el pasillo con la boca abierta. Ella terminó hace tiempo. Puede verlo en el espejo por el rabillo del ojo, contiene la risa y se siente la más hermosa de la Tierra.
Princesas, con más edad o con menos, no sé cómo lo hacen, pero cuando se arreglan algún mecanismo se acciona para que abramos la boca con admiración y asombro. Es algo muy real, no se trata de ningún cuento, pero sí que debe de ser magia.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Ángel. Te envío un fuerte abrazo
EliminarSi nos quitasemos los maquillajes, muchas blancanieves seríamos cenicientas.
ResponderEliminarBuen cuento
ummmmm me da que hay mucha princesa oculta donde menos lo esperamos. Gracias María Jesús. Un abrazo
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