Mi tía Marisa

"No debería, por el azúcar", dice mi tía Marisa cuando mamá saca los bombones, pero acaba siempre comiéndose un puñado. Disfruto viéndola saborearlos y beber luego brandy, con gestos que delatan su incurable voluptuosidad, pero sobre todo cuando ríe hasta las lágrimas, aunque según ella, por las arrugas, tampoco debería.
Escrito por Enrique Mochón Romera

10 comentarios :

  1. Admirable doña Marisa, disfrutando de la vida, que para eso estamos aquí.
    Optimismo y vitalidad, gracias, Enríque!

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    1. Pues sí, se trata de eso; de disfrutar de lo que se pueda, empezando por las pequeñas cosas, y de no sufrir por tonterías. Parece sencillo...
      Muchas gracias a ti, Patricia.
      Un abrazo.

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  2. Eso es vivir la vida sin complejos y con alegría. Enhorabuena, lo llevas en los genes, con suerte puede que heredes algo de ella...
    Saludos, Enrique.

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    1. Ojalá todos pudiéramos aprender de esta clase de gente. Supongo que todos llevamos en los genes esa capacidad, por más que a veces juegue al escondite.
      Muchas gracias y un abrazo, Mª Jesús.

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  3. Parafraseando a Los del Río: "¡Dale a tu cuerpo alegría...!". Una o dos alegrías. O las que hagan falta. Si eso es lo que nos vamos a llevar.
    Un viento de optimismo ha recorrido hoy la web de Cincuenta palabras. Gracias a Enrique. ¡Enhorabuena! Va mi 'Me gusta' y mi saludo más cordial.

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    1. Me alegro de que este relato "ligero" haya conectado con vosotros. Fue una ocurrencia espontánea a la que (raro en mí) le di forma en poco tiempo y que me apeteció compartir dejándome llevar por la letra de otra famosa canción (una sevillana en este caso); esa que dice: "No me cuentes penas, cuéntame alegrías..." Aunque, vamos, no descarto cambiar de palo en la próxima, jaja.
      Muchas gracias, José Antonio y otro saludo plenamente cordial.

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  4. Lo del azúcar quizá sea más serio, pero que vengan todas las arrugas que quieran por las risas. Te confieso que yo he tenido más de una tía Marisa, y tíos también. Un relato que nos prepara para las comidas navideñas.
    Un abrazo, Enrique

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    1. Pues, como dice Mª Jesús, seguro que has heredado también algo.
      Pocas cosas hay tan saludables como la risa, desde luego, y si es cierto que dejan arrugas, seguro que son de las más bellas.
      Por buscarle un inconveniente a lo de reírse, es cierto que no siempre se hace en el momento más oportuno. Tengo un amigo al que le da la risa tonta en los velatorios...
      Muchas gracias, Ángel, y un abrazo.

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  5. Enrique, en todas las familias tenemos algún miembro como la tía Marisa. Y coincido con Ángel, benditas arrugas si vienen de las risas.
    Besos.
    Malu.

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    1. Me han faltado pinceladas para retratarla bien, pero creo que ha sido suficiente para transmitir la idea. Haciendo caso a Ángel también, intentaré tenerla presente en estas fiestas que (de manera inevitable) se avecinan para aprovechar al menos su lado bueno.
      Muchas gracias, Malu, y besos.

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