Mil razones para vivir
Recibió mil enhorabuenas, felicidades, regalos y ánimos por su cumpleaños. Un estupendo aliciente para seguir viviendo, justo cuando se planteaba cuál era su motivo para continuar aquí. Se dio cuenta de que aunque su principal razón para existir, ella, ya no estaba, todavía le ataban muchas personas a la vida.
Tremendo situación, se supone que con final, si no feliz, al menos abre una puerta a la esperanza, a la vida.
ResponderEliminarMe gusta mucho, Gloria.
Saludos.
Gracias María Jesús por leer y comentar. Gloria
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