Se fue la luz (I)
Y de repente, se fue la luz.
No podía ver nada. No podía oír nada. No sentía nada. Ni siquiera tenía miedo. Extrañado ante tal situación novedosa para él, comenzó a cavilar sobre qué podría haber ocurrido. Finalmente lo vio claro. Efectivamente, no podía ser otra cosa. Acababa de morir.
No podía ver nada. No podía oír nada. No sentía nada. Ni siquiera tenía miedo. Extrañado ante tal situación novedosa para él, comenzó a cavilar sobre qué podría haber ocurrido. Finalmente lo vio claro. Efectivamente, no podía ser otra cosa. Acababa de morir.
Imagino que no se te habrá pasado por la cabeza dejarnos a oscuras y ya tendrás preparada la continuación, ¿verdad? No todos los días te topas con un testimonio del más allá, oye; al menos yo no ;) ¡Bienvenido, Grau! Un abrazo.
ResponderEliminarFina
Muchas gracias Fina. Alguna cosilla voy preparando para seguir apareciendo de vez en cuando por aqui. Espero no desentonar mucho entre vosotros y a la vez disfrutar de vuestros relatos. ;)
ResponderEliminarJ.Grau.
Qué casualidad. Hace dos o tres días escribí un borrador de unas 100 palabras sobre el mismo tema, escogiendo también la idea de no sentir, no ver ni oler nada.
ResponderEliminarDespués de leer el tuyo no sé si decidirme a terminar de corregirlo y mandarlo.
Enhorabuena :)
Saludos.
Claro que si maest, envialo. ¿Por qué no? Este yo creo que es un tema Universal. Gracias por tu felicitación.
ResponderEliminarJ. Grau.