Duelo final
Después de años de amenazas, esta vez se dio la vuelta. Miró a los ojos del sicario que, manteniendo su típica actitud agresiva, observó cómo alguien retiraba el lateral de su abrigo, dejando al descubierto un reluciente e ilusionado revólver —de nombre libertad— en disposición esta vez de ser disparado.
No sé si sabrás que estoy orgullosa de ti tanto por lo que cuentas como por cómo lo cuentas. De lo que no dudo es de que sabes perfectamente que fuera de esta página negaré categóricamente que tales palabras hayan podido salir de mi teclado ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Fina
¿Fina...? ¿Eres tu..? No se, no se...
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por inculcarme esta nueva afición. La culpa es tuya... ;)
Joaquin Grau