El último viaje
Quemó la última foto y subió al tren. El vagón, vacío, sería perfecto. Se quitó las gafas y cerró los ojos, ya llegaba. El alba entró despacio y le encontró sentado, con la gabardina arrugada y sin rastro de equipaje. El informe forense rezó: "La única certeza es que murió feliz".
Pues me alegro por él.
ResponderEliminarMe ha parecido un muy buen relato. Ya desde el principio, con eso de quemar fotos.
Saludos!
Muchas gracias por tus comentarios. Un saludo!
EliminarNo puedo evitar cierta envidia, pues estoy convencido que no tememos a la muerte, sino a la posible sufrida y casi siempre indigna antesala de la muerte.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Salu2
Totalmente de acuerdo, afortunado el que esté preparado para el temido momento.
EliminarMuchas gracias por tu opinión. Un saludo!