Desastre
No le llamaban sus amigos y no sabía nada de sus compañeros de WhatsApp ni de los conocidos de Facebook. Ni siquiera consolarse leyendo emails. Tampoco acceder a vídeos de YouTube. Su móvil se le había caído al inodoro y... ¡a la puta mierda todo!
Ahora sí que estaba solo.
Ahora sí que estaba solo.
La soledad tecnológica. Genial!
ResponderEliminarLo malo es cuando sólo tienes la compañía tecnológica y crees que tienes algo.Corres el peligro de que todo se te vaya por el inodoro.
EliminarGracias por tu comentario Dani.
Saludos.
Eso le pasó a una compañera con el pulsador de abrír la puerta, ya no doy más pistas, imagina lo demás...
EliminarDe vez en cuando viene bien desconectarse, pero cuando a uno le apetezca. Que sea por avería, en momentos en que no buscamos la soledad... eso es trágico.
ResponderEliminarEs verdad Andrés (te he reconocido), es trágica la soledad no buscada.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo.
…..Metió la mano desesperadamente en el inodoro buscando el aparato que le conectaba con las diferentes vidas ajenas pero solo encontró mierda, la suya propia …. Pensó, se lavó las manos y como si nada hubiese ocurrido se dirigió al centro comercial para comprar de nuevo unos fríos ratos de compañía.
ResponderEliminarGracias por tu comentario expresado en 50palabras. Te animo a que te presentes al concurso. ¡Apuntas maneras!
EliminarQuizás sea más escatológico de lo que yo pretendía, pero bueno... queda claro.
Muchas gracias Nieves. Un abrazo.
Nunca sabemos lo dependientes que somos de algo o de alguien hasta que lo perdemos, aunque no estaría mal mandar tanto aparato al inodoro durante un tiempo y redescubrir placeres que antes lo eran y ahora parece que los tenemos olvidados, mirar tranquilamente una puesta de sol sin estar pendiente de una pantalla, por ejemplo.
ResponderEliminarUn abrazo, Isidro
Muchas gracias Angel por tu comentario y mi más sincera enhorabuena por el premio al mejor relato de 2014. Era de esperar, creo que te vamos a tener que echar del concurso por "abusón" jejeje!
EliminarEso se pasa por llevarselo al baño.
ResponderEliminarEstá claro!
EliminarGracias por tu comentario.
Saludos
A veces me pregunto a qué dedicaban el tiempo libre quienes tienen al móvil como un apéndice de su propio cuerpo. Me ha encantado tu micro, Isidro.
ResponderEliminarSaludos.
Fina
Muchas gracias Fina. Me encanta que te encante.
EliminarUn abrazo
El caso es que una de mis ilusiones en esta vida es poder tirar algún dia el mio. No se si al inodoro pero si a la MIERDA. Buen relato acorde con estos tiempos y los nuevos focos de ansiedad que generamos nosotros mismos.
ResponderEliminarJoaquin Grau
Estoy de acuerdo contigo Joaquín, pero hay que reconocer que la mayoría de las necesidades, nos las creamos nosotros mismos. Hubo un tiempo que también éramos normales e incluso felices sin móviles, ni correo elect´rinco, ni FB, ni... ¡En fin!
EliminarGracias por tu comentario y un abrazo.