El abuelo
Los vecinos nos traen al abuelo, casi dos días después de que se volviese a escapar. Para que no nos dé más disgustos, mis padres deciden teñir su pelo de rubio platino, afeitarlo, quitarle sus gafas y vestirlo con un chándal. A ver si la próxima vez nadie lo reconoce.
Que cuento más negro, pobre abuelo!,
ResponderEliminarMe ha dado mucha penita la solución buscada!.
Suerte
Visto en solitario, si da pena, pero hay que saber qué historia hay detrás, a veces no se justifica, pero si se puede comprender.
ResponderEliminarPosiblemente cambiando el envoltorio no les devuelvan el paquete.
ResponderEliminarPobre abuelo convertido en paquete de ida y vuelta.
El tema es real; el relato muy bueno.
me gusta.
saludos.
Un magnífico final que sorprende. Enhorabuena y suerte
ResponderEliminarLo veía venir, pero no por eso me ha gustado menos.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato Cadillac Solitario.
ResponderEliminarTras darles la vida, cómo tratan al abuelo. Ellos serán algún día mayores y, ¿cómo les tratará la vida entonces?.
Saludos
Sólo puedo decir que los hijos hacen lo que han visto hacer en casa y algún día esos padres ocuparán el lugar del abuelo. Excelente crítica a esa lamentable realidad que viven tantos y tantos ancianos. ¡Bravo!
ResponderEliminarSaludos.
Fina
Qué vecinos más entrometidos: el hombre quiere irse y ellos quieren que se vaya...
ResponderEliminarHumor negro del bueno, Cadillac. "Me gusta".
Saludos.
Muchas gracias por vuestros comentarios y la lectura. Saludos para todos.
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