El adivino
Aquel hombre podía adivinar el futuro de las personas observando solo su iris. Aquella mañana, en su consulta, ya había visitado a varios clientes y dio paso, al fin, al último. Lo acomodó en la silla. Y cuando le ordenó que abriera los ojos, supo que le asesinaría allí mismo.
Buena idea y además deliciosamente ambiguo. ¿quién asesina a quién? Saludos y suerte
ResponderEliminarBuen micro y buen comentario. ¿Quién a quién?
ResponderEliminarSi lo explica, lo supo que lo asesinaría allí mismo... el asesino era el especialista en iris, de lo contrario (si el muerto fuera el especialista) no lo podría haber contado ¿No?
ResponderEliminarEn cualquier caso, es muy buen relato que nos deja con la duda y elucubraciones.
Saludos
El comentario de Jerónimo ha dado alas a este micro, gracias, sin él nunca no habría visto así. (Estoy un poco a por uvas, aunque no hay excusa, lo sé)
ResponderEliminarEstá muy bien que dejes abierta la puerta antes de saber quien es el auténtico asesino... Al adivino tal vez no le haria falta adivinarlo... ¿ O es que llegaron despues otros pacientes? Eso lo dejo para las novelas policiacas. El relato muy bueno.
ResponderEliminarme gusta.
saludos
Muchas gracias por todos vuestros comentarios. Pero estoy seguro que la cuestión hubiera terminado más clara si hubiera acabado: ... los dos supieron que uno sería asesinado allí mismo". Y tal vez hubiera dado menos juego.
ResponderEliminarSaludos.
Irroca
Me han pasado una información de que el adivino solía asesinar a quienes no le pagaban. Adivinó que no llevaba un céntimo y por eso supo que tendría que matarlo. Está claro.
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