El miedo del principiante
Aunque alegre por incorporarse al tan ansiado primer empleo, al joven ingeniero le empezaron a atormentar las dudas. ¿Sabré integrarme con los compañeros? ¿Comprenderé bien mi nueva labor?
Fue sentarse frente a la encargada de personal, y verse sus temores confirmados.
—Herzlich willkommen, Herr Martínez —dijo sonriente su nueva jefa.
Fue sentarse frente a la encargada de personal, y verse sus temores confirmados.
—Herzlich willkommen, Herr Martínez —dijo sonriente su nueva jefa.
Uyyy mira que sé de lo que hablo, el alemán no se aprende en unos días...
ResponderEliminarMe has sacado una sonrisa y tu primer "me gusta"... creo.
saludos
¡Qué bueno! Realismo... La pena es que no sea del mágico, sino del real de hoy en día.
ResponderEliminarUn miedo del que tú no has de preocuparte, Dani, dado este excelente debut. ¡Bienvenido y suerte!
ResponderEliminarSaludos.
Fina
Bienvenido, Dani. Aquí también hablamos raro a veces, pero acabamos entendiéndonos.
ResponderEliminarSimpática historia con un triste fondo de realidad.
Saludos.
Que no te atormenten más las dudas, Dani. ¡Genial! y te mando mi ‘me gusta’, aunque reconozco que es complicado, en este caso, ser imparcial. Bienvenido y un abrazo.
ResponderEliminarPues sí, habrá que aprender idiomas, aunque tú hablas muy claro. Good luck!
ResponderEliminar¡Gracias a tod@s! Quisiera sólo traducir, que lo que la simpática jefa de personal dice al nuevo ingeniero español es "bienvenido de corazón, señor Martínez", expresión típica de bienvenida en alemán. Aunque de hecho lo de menos era el contenido de esa frase, sino que da sentido al relato entero al descubrir el lector de repente dónde está ocurriendo la acción, y entender el trasfondo social que eso implica en la actualidad. ¡Un saludo y muchas gracias! DANI
ResponderEliminarHas reflejado muy bien una situación cada vez más corriente. Aunque no sé yo si serán tan afectuosos los jefes de personal. Muy interesante, Dani.
ResponderEliminarFuera de casa, en una suerte de exilio, obligado a bregar con un idioma difícil, y encima tiene que considerarse afortunado por haber conseguido empleo.
ResponderEliminarUn texto simpático y elocuente
Un saludo