El rey del mundo
Con el gran terremoto aún en la memoria colectiva, el caos invadiendo las calles y los gases radiactivos en la atmósfera; Facundo se aupó en su silla de ruedas a la vista de todos y, con la determinación de un héroe, exclamó:
—¡Tranquilos! Yo no os abandonaré. Saldremos de aquí.
—¡Tranquilos! Yo no os abandonaré. Saldremos de aquí.
Inasequible al desaliento. Y qué buena es la gente así y la falta que hace a veces.
ResponderEliminarCon esa actitud se alcanzan muchas cosas; a veces hasta lo aparentemente imposible. A ver si tu Facundo, haciendo gala de su facundia, nos contagia de optimismo. Saludos
ResponderEliminarFuerza, tesón y no rendirse nunca, hasta en las situaciones imposibles. Un canto al optimismo extremo representado en Facundo. Seguro que en la historia de la literatura no hay un ejemplo mejor que el suyo.
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás
Facundo for president!!
ResponderEliminarBuen relato, Nicolás, que nos traslada -al menos a mí- la esperanza de que puedan existir personas (personajes) así. Y no es nada fácil encontrarlas (los).
Un saludo y un 'Me gusta'.