De importación
La noche transcurrió intranquila, pero despiertas con tu rutina diaria: afeitado y ducha espabiladora. Es al vestir la camisa cuando te percatas de algo desacostumbrado: un extraño pellejillo detrás de la oreja derecha, que rascas con cuidado.
—¿Y esto?
—Cariño, ¡Dios!, es una chapita dorada que pone: 'Made in China'.
—¿Y esto?
—Cariño, ¡Dios!, es una chapita dorada que pone: 'Made in China'.
Vaya, José Antonio, a mí me ha pasado lo mismo con el jamón que compré el otro día, pero ha salido excelente (ya lo hemos girado en el jamonero). En cualquier caso, a partir de ahora los filósofos parece que lo van a tener más fácil con aquello del "de dónde venimos". Para el resto de dudas todo sigue igual, supongo.
ResponderEliminarEstupendo relato para empezar el año. Tu modo de narrar me deja siempre en la cabeza imágenes nítidas y, como te dije en otra ocasión, cinematográficas. Sigue llenando este 2015 de buenas historias.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Siempre meha gustado mucho el cine, Enrique, así que no debe haber mucho misterio en mi forma de narrar. Y me alegro de que haya contribuido a resolver una de las grandes dudas de la humanidad.
EliminarRespecto a tu jamón... ¡que aproveche! (si es que aún queda algo).
Gracias, como siempre, por tus amables y más que aduladoras palabras.
Un fuerte abrazo.
Estrenas el año con un excelente relato, José Antonio. Este, fijo, con la categoría de su denominación de origen.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, por este y por los 39 anteriores! Te deseo un feliz y venturoso 2015.
Un abrazo.
Igualmente para ti: mis mejores deseos en este recién comenzado 2015. Y que nos sigamos leyendo, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
El personaje de tu relato puede estar fabricado en China, pero no por ello peca de falta de calidad, no podía ser de otra forma, dada la calidad imaginativa de su creador.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Año.
Muchísimas gracias, Ángel, por tus elogiosas palabras. Ahí si que hay calidad...
Eliminar¡Feliz Año Bueno, digo Nuevo!
Saludos.
Mi lectura de tu cuadragésimo micro es demasiado personal como para hacerla pública. Ello no quita que públicamente te haga llegar mi primera enhorabuena de este año.
ResponderEliminarUn abrazo, José Antonio.
Fina
Me has dejado ciertamente intrigado con lo de tu lectura demasiado personal, Fina, pero tus motivos tendrás (personales, no lo dudo).
EliminarGracias por tu comentario y te devuelvo ese abrazo y el cariño con el que siempre me tratas, amiga mía.
Saludos muy, pero que muy cordiales.
Ajajá... El secreto de tus relatos al descubierto... ¡Eres una máquina china! Algo ya me sospechaba, sobre todo por tu ramalazo zen...
ResponderEliminar¡Besos!
Menos mal que el ramalazo es zen. Me temía que fuera diferente, Patricia.
EliminarAgradecido, como siempre, por tus comentarios y por tus magníficos relatos.
Un besazo para ti y mis mejores deseos para este imberbe, aún, año nuevo.
¡Ay Dios! Invasión China ... Productos que salen como churros, todos igualitos ...
ResponderEliminarSin lugar a dudas, no es tu caso, muy original y muy divertido, José Antonio.
Besos.
Malu.
Me alegro de que te haya gustado, Malu, y sobre todo de que te haya divertido. Ese era el propósito último. La calidad de mi relato... acorde al tema. ¡¡¡Jajajaja!!!
EliminarUn beso (con denominación de origen).
La realidad es que china nos invade. Pero todavía asociamos todo lo fabricado allí con mala calidad por eso al protagonista le asusta encontrar el "made in china" Pero cada día fabrican mejor y más barato, nos acabarán invadiendo.
ResponderEliminarSaludos. Jesús
No te quepa la menor duda, Jesús: ¡nos están invadiendo silenciosamente con sus productos, más buenos o más malos (a gusto del consumidor)! Puede ser, como sucede en el relato, que nosotros ya seamos fruto de esa invasión...
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario.