¡Incomunicada!
Toda la mañana, en vano, intentando comunicarse con su amiga.
—¡Mamá!, gritó desesperada, no me contesta... FaceTime, WhatsApp, Skype, Facebook, Viber, ¡nada!
—Pues ve a buscarla...
—¡¡¡Estás loca, cómo voy a hacer eso!!!
—Fácil, saliendo por la puerta y llamando a la suya. Tu amiga vive dos casas más abajo.
—¡Mamá!, gritó desesperada, no me contesta... FaceTime, WhatsApp, Skype, Facebook, Viber, ¡nada!
—Pues ve a buscarla...
—¡¡¡Estás loca, cómo voy a hacer eso!!!
—Fácil, saliendo por la puerta y llamando a la suya. Tu amiga vive dos casas más abajo.
Seguro, Rosy, que como yo, conoces casos aún peores, de gente que se comunica con pantallas dentro de la misma casa. Todos interconectados y muy globalizados, pero cada vez más superficiales.
ResponderEliminarLlevaba tiempo sin leerte y estoy encantado de volver a hacerlo.
Saludos
Gracias Angel, pero a veces tienes que dejar aparcadas tus cosas para ocuparte de otras que no pueden esperar.
ResponderEliminarAprovecho para darte la ¡enhorabuena!... aposté por ti y no veas cómo me alegro.
Saludos.
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, sino la realidad misma. Aunque lamentablemente, como bien comenta Ángel, hay casos peores, bastante peores. ¡Bravo!, Rosy.
ResponderEliminarSaludos.
Fina
Fina, ¡muchas gracias!
EliminarSaludos.
No todo está perdido, por lo menos, todavía se comunica con la madre. Muy bueno Rosy, suerte. Dejo un "me gusta".
ResponderEliminarSaludos.
Hola Beto, buena conclusión.
EliminarGracias amigo.