Jay Gould
Nació depredador y llegó a multimillonario. Utilizó lo que algunos llaman corrupción y él, "factor resolutivo": si un tornillo no quería salir, lo engrasaba y listo. Su método era común en las altas esferas. Por eso, cuando fue distinguido con la Cruz al Mérito, nadie notó el olor a podrido.
¡Buen mordisco, Marciano!
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