Juana de la selva
Desde su atalaya, Juana observaba una jungla gris. Acariciando la maraña vegetal descubrió larguísimos hilos verdes y carmesíes. Asida a ellos, voló veloz de árbol en árbol y, en su balanceo vertiginoso, nuevas hebras colorearon la selva.
Un Tarzán canoso con progresivas susurraba que dejara de hacer punto... y despertara.
Un Tarzán canoso con progresivas susurraba que dejara de hacer punto... y despertara.
Jerónimo, me ha encantado tu ingenioso y tierno relato.
ResponderEliminarLa pareja de ancianos me han recordado al matrimonio de la película 'UP'.
Mi enhorabuena.
Un saludo y un 'me gusta' de mi parte.
Pablo
Gracias Pablo. Me gusta mucho buscar algo de bello en las pequeñeces cotidianas. Me alegra mucho que te haya gustado
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bonito lo que dices de buscar algo bello en las pequeñeces cotidianas, pero cuántas veces se nos olvida hacerlo o al menos a mí me pasa... Tienes mi "me gusta" por recordarme que nunca hay que dejar de soñar.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Virginia. Me alegra que te haya gustado. Habrá que seguir soñando pero bien despiertos. Un abrazo
EliminarPor unos segundos he cerrado los ojos y, con tu permiso, me he tomado la libertad de ponerles caras a los protagonistas de tan sentimental relato. Enhorabuena y suerte.
ResponderEliminarSaludos.
Faltaría más Fina! Son todo tuyos! Un abrazo y gracias por tu comentario
EliminarMe gusta mucho esa heroína que sueña en colores, Jero.
ResponderEliminar¡Abrazos!
Gracias Patricia! Es toda una "tarzana" dominando su selva particular. Un abrazo!
EliminarNunca es tarde para soñar, el cuerpo se desgasta, pero la imaginación y la ilusión han de ser una fuerza intacta.
ResponderEliminarUn abrazo, Jerónimo
Gracias Ángel. Ojalá la imaginación nos lleve a seguir soñando y a no perder la ilusión jamás. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarLa imaginación no tiene edad. Y volar con ella, tampoco.
ResponderEliminarBuen relato, Jerónimo. Va mi 'Me gusta' y un abrazo.
Saludos y suerte.
Claro que sí! Gracias por tu comentario tan optimista. ¡que no nos falte! Un fuerte abrazo y suerte para ti también en todos los microfrentes abiertos
ResponderEliminarTierno y nostálgico como Thore were the days. Hasta por esta espléndida y querida pareja pasan los años.
ResponderEliminarSaludos, Jero.
Gracias Enrique.Pase lo que pase en la pareja una pone color a aquello en lo que el otro solo ve gris. Un abrazo
EliminarSin repetir ningún comentario pero queriéndome pronunciar sobre tu relato ,me gusta!!! y...quiero que me pase,quiero sentirme así de bien cuando sea mayor.
ResponderEliminarMe alegra mucho tu comentario y que te haya gustado el relato. Espero que te sientas así de bien siempre. Gracias por tus palabras
ResponderEliminarQuerido amigo invisible, eres grande.
ResponderEliminarUn abrazo
Querido Luis. Me alegra mucho "verte" por aquí y por ENTC y por donde nos lleve nuestra microafición. Un abrazo enorme
EliminarMe ha emocionado la ternura y plasticidad de la escena que nos relatas, Jerónimo. Enhorabuena. Ojalá alcancemos la madurez así de soñadores. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Juana. Me alegra mucho que te haya gustado mi relato- Un abrazo
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