La princesa
La princesa suspiró. Echaba de menos cuando de niña jugaba llegado el invierno bailando bajo los copos en el blanco norte. El príncipe entonces construyó una gran lupa para concentrar la luz y apuntó hacia la luna, creando incendios de nieve para la princesa. Ella sonrió y volvió a bailar.
Un cuento para escuchar antes de dormir.
ResponderEliminarPrecioso.
Me gustan los incendios de nieve. Enhorabuena y suerte
ResponderEliminarEs la cálida nieve del recuerdo la que abriga los sueños de nuestra juventud.
ResponderEliminarFaroni
Incendios de nieve y calor :)
ResponderEliminarAida