Magia

Un día desperté convertido en caballo y el jinete que espoleaba mis costados obligó a erguirme en dos patas; entonces me transformé en árbol: mis extremidades fueron ramas a las que treparon pequeñas criaturas, que inventaban juegos, protegidas bajo su sombra. Al hechicero, culpable de tal encantamiento, lo llaman Nieto.
Escrito por Beto Monte Ros - Web

31 comentarios :

  1. Beto, maravilloso relato.
    No se puede explicar con metáforas más bellas, lo que es capaz de hacer una abuela, o un abuelo, por ese hecicero llamado nieto.
    Enhorabuena y un 'Me gusta' de mi parte.
    Saludos.
    Pablo

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    1. Los abuelos son el laboratorio donde los nietos experimentan sus travesuras, con el éxito asegurado. Gracias Pablo, por tu amable comentario. Me alegra que te guste.
      Saludos.

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  2. Muy hermoso. Tierno, entrañable pero sin caer en la sensiblería. Enhorabuena y suerte

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    1. Hola Gerónimo. Tu comentario es un bonito halago, gracias por la lectura.
      Saludos.

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  3. Qué bonito ... enhorabuena, me parece tan tierno y tan mágico ...
    Besos.
    Malu.

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    1. Hola Malu, bonitas son sus palabras, Gracias por la lectura y el comentario.
      Saludos.

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  4. Precioso Beto. ¿Qué no conseguirá cualquier nieto de sus abuelos?
    Suerte.

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    1. Rafa, algunas veces hay desacuerdos con los padres por las concesiones a los nietos. Gracias por la lectura y tu comentario.
      Saludos.

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  5. Seguro que el encantamiento incluía toffes en los bolsillos y alguna moneda que otra para el kiosco. Muy bonito, Beto, y estimulante. Mirado así, lo de ser abuelo parece un retorno a la infancia.
    Enhorabuena y saludos.

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    1. Así es Enrique, esos pequeños siempre encuentran la manera de obtener un helado u otra golosina. Mira si es un retorno a la infancia que mi nieto hace que me disfrace de tortuga ninja. Gracias por pasar y dejar tu comentario.
      Saludos.

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  6. De rodillas, señor Monte Ros, le hago la ola, una reverencia y le beso los cordones de los zapatos.
    ¡Maravilloso!

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    1. ¡SEÑORA RICHMOND! No haga que me sonroje. Se me enredan los cordones, trastabillo y caigo de bruces. Gracias, quedo sin palabras.
      Saludos.

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  7. A veces echo de menos que mis hijos y yo ya no juguemos igual que antes, van creciendo y tengo que entenderlo, pero secretamente voy guardando fuerzas para el futuro. Yo no me imagino ser abuelo de otra forma que la de tu protagonista. Espero tener hechiceros, y si no, los adopto.
    Un texto lleno de magia, Beto
    Un abrazo

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    1. Definitivamente los nietos demandan mucho esfuerzo físico, son como máquinas, nunca se cansan. Hay que hacer ejercicios y estar en forma para ellos. Gracias Ángel, por tu consideración a mi texto.
      Saludos.

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  8. Un encantamiento que dura toda la vida, en ambos sentidos.
    Muy tierno.
    Felicidades

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    1. Hola Luisa. La combinación abuelo-nieto produce un “encantamiento” maravilloso, yo doy fe de ello. Gracias por la lectura y el comentario.
      Saludos.

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  9. Buenísimo relato. Lleno de magia y felicidad. Felicidades
    Stbn

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    1. Muchas gracias Stbn, me alegra que le guste.
      Saludos.

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    1. Jo, lo que te has sacado de la manga Beto.
      ¡Orgullosa me tienes, amigo!
      Un abrazo


      (No me deja comentar con Wordpress, he tenido que hacerlo con mi blog anterior)

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    2. (Google es muy tirano para lo suyo)

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    3. Rosy, amiga mía, en las mangas se esconden historias que son una gran sorpresa, seguiré hurgando en ellas. Muchas gracias, me alegra no defraudarla.
      Saludos.

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  11. Bonito. Muy bonito relato, Beto.
    Mis felicitaciones.

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    1. Gracias Notincgas, son muy amables tus palabras.
      Saludos.

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  12. Fenomenal reflejo de esa relación tan especial abuelo-nieto. Creo incluso haber oido al abuelo "relinchar" totalmente sumido en su papel. Felicidades.
    Joaquin Grau

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    1. Hola Joaquín Grau. Me complace que capte la retroalimentación del abuelo en ese juego con el niño. Gracias por pasar y dejar tu comentario.
      Saludos.

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  13. GIL HERNANDO DE SANTIAGO21/1/15, 23:22

    Acabo de descubrir a traves de un corto e interesante relato lo loco que se puede uno volver al sentirse abuelo. Yo todavia no lo soy, pero lo entiendo.

    muy bueno. Saludos.

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    1. En realidad es una alegría lidiar con “esos locos bajitos”, como dice Serrat. Gracias Gil, aprecio el comentario.
      Saludos.

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  14. Muy bello relato y muy sentido. Espero que con la misma intensidad de quien lo ha escrito (seguro) como de quien lo acaba de leer (segurísimo).
    Va mi 'Me gusta' y mis saludos y reconocimiento personal.

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    1. Gracias José Antonio Barrionuevo, es muy motivador tu comentario y me alegra que encuentre bonito este micro.
      Saludos.

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  15. Muy tierno y emotivo, felicidades!! me ha encantado. Los abuelos deberían ser eternos

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