El paso del silencio
El silencio visitó la noche por sorpresa. Todos los ruidos se habían ausentado de la ciudad. La gente se asomó extrañada a la ventana y lo vio pasar. Nadie lo reconoció... Hacía tanto que no lo oían que no sabían su nombre. Cuando se lo preguntaron, por supuesto, no contestó.
Sí que es difícil que el silencio reine en una ciudad, ni siquiera por la noche, por eso resulta comprensible la extrañeza de sus habitantes, como también que el no responda cuando le hablan, no es su estilo.
ResponderEliminarSalvador, hombre prolífico, me alegro de leerte aquí también.
Un abrazo
GRACIAS MAESTRO
EliminarEn estos casos, ante relatos tan buenos, lo mejor es no decir mucho, mantenerse callado, en el más absoluto y prudente de los silencios.
ResponderEliminarVa mi 'Me gusta' y mi reconocimiento discreto, silente.
Saludos cordiales, Salvador Pérez.
Gracias por tu comentario.
Eliminar... ;)
ResponderEliminarJoaquín Grau.
Gracias.
EliminarMiedo me da romper la calma que respira esta página, así que solo un susurro, Salvador: me gusta.
ResponderEliminarUn saludo sigiloso.
Gracias por tu comentario.
EliminarPocas veces un relato te hace sentir tanto y a la vez la mejor respuesta posible solo sea mantenerse callado...yo romperé el silencio para decirte...Mencantaaaa...Enhorabuena Salvador por saber sacarnos tantas sensaciones...Un abrazo.
ResponderEliminarGracias.
Eliminares genial...es un silencio que se hace oir
ResponderEliminarGracias por tu lectura y apoyo.
EliminarY q decir....., Sssssss
ResponderEliminarMaravilloso como todo lo q haces o escribes!
Un beso.
Gracias...sssssssshhhh
EliminarAhora que no me oye nadie voy a decir, muy bajito, que estoy aplaudiendo como una loca a mi amigo Salva, por su magnífico estreno.
ResponderEliminarBesos!
Ahora que el silencio nos rodea te doy las gracias Patricia Richmond... gracias por este comentario... y que no se entere nadie...sssshhhhhh Un abrazo
EliminarGran micro Salvador.
ResponderEliminarPara releer una y otra vez en el silencio de la noche.
Como diria Manolo García, si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir.
Así que me quito el sombrero, y guardo un respetuoso y bello silencio, aunque no tan bello como el de tu relato.
Un saludo y enhorabuena. Una delicia de micro.
Pablo
Gracias Pablo. Gracias.
EliminarA mí siempre me ha gustado escuchar el sonido del silencio. Y me viene a la mente también la canción de Simon y Garfunkel, "The sounds of silence". Algo tan silencioso como el silencio no deja indiferente a nadie.
ResponderEliminarFelicidades Salvador.
Besos.
Malu.
Gracias Malu. Bella canción.
EliminarAquí sirve decir: un silencio vale más que mil palabras. De una alumna que aprendió mucho de su maestro.
ResponderEliminarSeguro que yo tengo que aprender mucho de ti... de todos. Gracias.
EliminarUn extraño ha llegado a la ciudad, seguro que con buenas intenciones, pero siempre se desconfía de los desconocidos.
ResponderEliminarBello e inquietante relato.
Saludos.
Gracias José.
EliminarMe ha gustado mucho tu relato, Salvador.
ResponderEliminarMe hace pensar dónde se resguarda el silencio cuando no está. A dónde marcha cuando el ruido lo disuelve.
Enhorabuena: poco ruido y muchas nueces en tu magnífico estreno.
Muchísimas gracias. Acabo de ver tu reseña en Twitter.
EliminarLo leo, lo vuelvo a leer y no deja de emocionarme tanta belleza en tan pocas palabras.No dejas de sorprenderme. Continúa que eres capaz de grandes cosas. No importa que reine el silencio siempre que tu pluma continúe hablando. Un abrazo
ResponderEliminar¡Ay, ay, ay!... Tú sí que eres capaz de emocionarme con unas letras. Un abrazo...AMIGO.
EliminarQuizá uno de nuestros mayores males sea esa falta de silencio, tan necesario.
ResponderEliminarMe uno a este clamor silencioso de bocas abiertas.
Enhorabuena, Salvador, y saludos.
Gracias Enrique.
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