El pequeño Álex
Estaba perdido. Se elevó en el globo que él mismo construyó. Siempre quiso ser un gran explorador. Llegó a las nubes, y siguió subiendo. Llegó a la luna, y quiso ir más allá. Voló hacia las estrellas, y no se detuvo. Y al final, más allá de todo, se encontró.
La verdad está ahí dentro/fuera.
ResponderEliminarMe ha gustafo, Faroni.
Saludos
Mi admiración.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Está dedicado a alguien muy especial.
ResponderEliminarToda una vida para buscar la verdad y el camino, para terminar encontrándose a sí mismo, la mayor y más fascinante de las expediciones.
ResponderEliminarSencillo y profundo a la vez.
Saludos
Un largo viaje espacial para encontrar su espacio. Y una gran proeza, no detenerse.
ResponderEliminarUn saludo, Faroni.
Un relato muy emotivo. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno Faroni. A veces tenemos que volar mucho y hasta construir castillos en el aire para encontrarnos.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Pablo