En construcción
Ladrillo, argamasa, ladrillo...
Cada día construía la misma pared, después se marchaba y cuando volvía al día siguiente ya no estaba. Ladrillo, argamasa, ladrillo...
Aquel día regresó y la pared seguía allí. Una lágrima corrió por su mejilla, pero no tenía tiempo que perder: cogió la escuadra. Ladrillo, argamasa, ladrillo...
Cada día construía la misma pared, después se marchaba y cuando volvía al día siguiente ya no estaba. Ladrillo, argamasa, ladrillo...
Aquel día regresó y la pared seguía allí. Una lágrima corrió por su mejilla, pero no tenía tiempo que perder: cogió la escuadra. Ladrillo, argamasa, ladrillo...
Me gusta turelato circular, José.
ResponderEliminarTu protagonista nunca perdió la esperanza, y ahora que ve el fruto de su trabajo, parece que nunca abandonará hasta llegar asu meta.
Un saludo y gracias por el buen micro que nos has regalado.
Saludos.
Pablo
P.D. El espacio del teclado me juega malas pasadas a veces como se puede ver en mi comentario.
EliminarLo siento.
Un abrazo
La vida te sorprende cuando menos te lo esperas. Y aquí nos sorprendemos todos los días. ¡Bienvenido!
ResponderEliminarEnhorabuena Jose! Una alegría encontrarte por aquí. Suerte y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJero
Me gusta la idea de estar siempre en construcción y no perder nunca la esperanza.
ResponderEliminarEnhorabuena y bienvenido José.
Besos.
Malu.