Reencarnación
—Observa esa mariposa, hijo. Está haciendo su último vuelo antes de morir. Cuando amanezca mañana puede que sea un olivo o quizás una gardenia, no sé. En sus vidas anteriores fue cangrejo, gato, pantera, un hermoso caballo blanco y un hombre, su primera encarnación.
—¿Te das cuenta? Siempre vamos mejorando.
—¿Te das cuenta? Siempre vamos mejorando.
Me ha encantado la ironía que derrocha tu precioso relato, Ezequiel. Enhorabuena y un "Me gusta". Saludos
ResponderEliminarGracias por tu comentario
ResponderEliminarExequias, que manera más elegante de relatar la reencarnación y la evolución desde los ojos de un niño.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
Pablo.
Maldito autocar rector. No quise decir Exequias sino Ezequiel por supuesto. Disculpa por no haber repasado antes de enviar.
EliminarSaludos y como ves, releo los micros que me gustan.
De ahí que me haya dado cuenta de mi pifia.
Saludos.
Pablo.
No me lo puedo creer. La he pifiado de nuevo.
EliminarEso me pasa por meterme con el autocorrector. Lo odioo.
; )
No te preocupes Pablo, eso nos pasa a los que nos llamamos Ezequiel, Exequias, Ezequías o Malaquías, el corrector no nos conoce.
EliminarGracias por releerme.
Buen relato, aunque no sé si me quedan ganas de seguir evolucionando.
ResponderEliminarMejorar o no mejorar, he ahí la cuestión.
Mis saludos y mi me gusta.
Muchas gracias por vuestros comentario.
ResponderEliminarEs un relato algo deprimente inspirado en las noticias con las que nos despertamos cada día.