Revancha
Ya no sabía nada, le repetían una y otra vez sus hijos, quienes no se olvidaban de recordarle que se había quedado anquilosado en el pasado.
Posiblemente fuera así. Él, por su parte, les reiteraba que gracias a la escasa pensión de este pobre y viejo analfabeto comían cada día.
Posiblemente fuera así. Él, por su parte, les reiteraba que gracias a la escasa pensión de este pobre y viejo analfabeto comían cada día.
Para no saber nada, se me antoja alguien muy inteligente. Enhorabuena por plasmar en 50 palabras la dura realidad (y por duplicado) que se vive en algunos hogares.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Fina. Sí, de tonto no tiene nada, como mucho tiene soledad y escaso reconocimiento de su familia. Me imagino que cuando falte si que valorarán su importancia. Pero ya será tarde. Gracias por comentar. Gloria
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