Atrapado
"Vienen a rescatarme", pensó Aurelio al escuchar el gemido del cerrojo al abrir la puerta de la biblioteca. Se restregó los ojos acompañándose de un largo bostezo y, abriendo los brazos enérgicamente, consiguió salir de entre las páginas de aquel libro cuya lectura le había atrapado durante toda la noche.
Y tan contento que estaba, oye.
ResponderEliminarEntiendo que... quiera cambiar de postura, por decir una tontería, pero si ha estado toda la noche leyendo en el libro, ¿por qué salir de él?
Porque ya había terminado de leer el libro y, además, en casa le estarían esperando....
EliminarGracias, Luisa, por comentar. Saludos
Querida Juana, ese encarcelamiento es muy dulce.
ResponderEliminarEl placer de encontrar un libro que consiga meterte a fondo en él y que nunca quieras que se acabe es uno de los mejores que puede tener un lector . Como el que siento yo al leer tus micros. ¡Eres grande, Juana!
Por cierto, otro punto a tu favor; el título muy acertado. Sin dar pistas pero una vez leído el micro, no podía tener un nombre mejor. Gracias por estos buenos días que me has dado tan placenteros.
Besote.
Pablo.
Pues sí, la verdad es que es una estupenda sensación leer un libro que te enganche de esa manera. Me ha pasado con alguno que otro, pero no me parece tan facil. Gracias, Pablo, por tus amables (un poco exageradas) palabras. Un abrazo
Eliminarme encanta! un abrazo y suerte
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado el micro, Jerónimo. Suerte y abrazo también para ti.
EliminarUno de los mejores placeres de la vida, sin duda.
ResponderEliminarMe imagino a la bibliotecaria estupefacta al encontrarle y él, tan contento, hablándole del libro.
¡Qué bueno, maestra!
Sí, la sorpresa que se llevaría el/la pobre bibliotecario/a sería morrocotuda. Gracias mil, Patricia.
EliminarTotalmente identificada. Le cambias el nombre y casi podría ser yo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Suerte :)
Así tienes esos ojitos tan rasgados, de tanto y tanto leer. Muchas gracias, maest.
EliminarBuen ejemplo de cómo sacar una historia a partir de una frase hecha.
ResponderEliminarBien por ti, Juana.
Saludos cordiales.
Hay expresiones y frases hechas que dan para jugar mucho con ellas, ciertamente. Muy agradecida, Notincgas. Saludos.
EliminarJejeje, salvo Bastian de la historia interminable, nunca me había topado con un caso como este, donde el libro, un auténtico depredador de humanos, ataca al lector y le deja inconsciente y atrapado en una biblioteca hasta su rescate...por cierto,...el título del libro,...nos lo podías dar?
ResponderEliminarUno de los libros que me "atrapó" hasta el final fue "Intemperie" de Jesús Carrasco. Eso, sí, reconozco que tuve que acudir varias veces al diccionario porque utiliza algunas palabras del mundo rural que yo no había oído nunca. Es un libro excelente, altamente recomendable. Saludos
Eliminar¡Espléndido!
ResponderEliminarQue alguien quede atrapado entre las páginas de un buen libro, no es un castigo, sino un regalo. Espero, y deseo, que al menos lo terminara de leer por completo, porque dejar un libro a medias... eso sí que es para un castigo (bueno, depende del libro).
Un "Me gusta", Juana, y mi reconocimiento por tu espléndido microrrelato.
Saludos.
Sí, en este caso, la noche le dio para acabar su lectura. También hay algunos libros que te ayudan a dormir... por lo pesados y aburridos. Mil gracias por tus generosas palabras, José Antonio. Saludos
EliminarSi tu personaje ha quedado atrapado por un libro, lo menos que puede hacer es decirnos el título.
ResponderEliminarMe gusta tu relato, Juana. Saludos.
Como he comentado al "Conductor..." podría ser "Intemperie" de Jesús Carrasco. Otro que también me enganchó sobremanera fue "Lo que no tiene nombre" de Piedad Bonnett. Los dos, a mi juicio, espléndidos libros. Eso, sí, muy duros. Muchas gracias, José, por tus palabras. Saludos
EliminarEs una opinión general, al menos de los que andamos por aquí, que si hay que perderse que sea en un libro. Puede que acabemos como Don Quijote, pero ese es un riesgo que seguro que estamos dispuestos a correr, con mayor razón si la supuesta normalidad pasa por ser espectador de algún programa basura, que viva la obsesión intelectual entonces.
ResponderEliminarUn abrazo, Juana
Lo bueno de perderte en un libro es que suele ser fácil encontrar la salida. En cuanto a la tele, como en todo, hay que escoger bien, supongo. También hay series y películas muy buenas para dejarte atrapar un buen rato. Gracias, Ángel, y otro abrazo para ti.
EliminarA eso se llama devorar un libro. Yo creo que nunca lo he conseguido, salvo alguno pequeñito. Reconozco que tiene su mérito, en cuanto a lo de vencer el sueño, yo... no puedo. :(
ResponderEliminarMe gusta, Juana. ¡Suerte!
Bueno, a mí también me pasa lo del sueño, en algunos desde las primeras páginas, y no porque sean malos. Como he dicho por ahí arriba, que me atrapen de no poder dejarlos tampoco han sido tantos. Muchas gracias, Mª Jesús. Suerte también para ti. Saludos
EliminarSí que se metió en la historia. Genial el relato. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen, por tu generoso comentario. Otro abrazo para ti.
EliminarEs una delicia quedarse atrapado dentro de la historia de un libro y recorrer las páginas de la mano del protagonista, y también lo es que vengan a rescatarde desde ese mundo paralelo que llamamos realidad. Un equilibrio perfecto, Juana.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo, Margarita. Es una de las mejores formas de quedar atrapado, y luego, una vez libre, poder continuar con el relato de la vida. Muchas gracias por comentar. Saludos
ResponderEliminarCuántas veces nos hemos dejado atrapar por un libro... y cuántos nos atrapan sin querer.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho cómo lo cuentas.
Muchas gracias, Rosy, por tus amables palabras. Me alegra mucho que te haya gustado. Saludos
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