Bien hallados (Serie micro-cromática: Rosa)
Ella aterrizó en su vida un atardecer. Nubes magentas inflamaban el cielo, llevando consigo una promesa de viento.
Él la vio sonrosarse y una brisa escampó la ceniza que poblaba su corazón.
Ella rió y su risa olía a rosas. Él lloró, pero en sus lágrimas ya no había espinas.
Él la vio sonrosarse y una brisa escampó la ceniza que poblaba su corazón.
Ella rió y su risa olía a rosas. Él lloró, pero en sus lágrimas ya no había espinas.
Bueno Notincgas, qué te voy a decir que no hayas expresado tú en este maravilloso relato.
ResponderEliminarPerfecto, in crescendo poco a poco con las palabras milimétricanente escogidas de las que ni sobra, ni falta ninguna. Tu serie me parece de una gran belleza pero amigo, bajo mi punto de vista, esta parte que nos has regalado hoy, se pone encima de la torre micro-cromática que estás construyendo.
Enhorabuena y un abrazo.
Pablo.
Contento y abrumado a un tiempo por tus palabras quedo, Pablo, y agradecido, claro está.
EliminarSaludos cordiales
Este encuentro entre tu muchacho gris y la chica hechizada es tan tierno y frágil que lo he leído con mucho cuidado para no romperlo.
ResponderEliminarLa espera ha merecido la pena.
Un saludo, Notincgas.
Ah, sí. Es este un amor vistoso y delicado como las alas de una mariposa. Vamos a ver cómo evoluciona.
EliminarGracias por tus palabras, Margarita y saludos cordiales.
Qué bonito, Notinc. La promesa de viento, cómo escampa la ceniza y las lágrimas sin espinas...
ResponderEliminarMe voy a suspirar un poquito, que aquí hoy llueve.
Abrazotes.
Ponte a cubierto, mi admirada Patricia, que un resfriado del corazón puede tener serias consecuencias.
EliminarUn besote de los tuyos.
Yo creo que lo resumiría así; chico con el corazón partío conoce a chica, chica corresponde, y chico más feliz que unas pascuas comienza a ver un futuro prometedor.
ResponderEliminarEs un relato poético donde los haya, y es que a mi me cuesta leer y entender bien estas cosas. Me estáis haciendo trabajar. Sin embargo me gusta. A ver si aprendo algo y le escribo alguna cosilla así a alguna chica,...ya os diré si da resultado
Yo diría que has hecho un excelente resumen, conductor.
EliminarY sí que es verdad que en está serie hay mucha lírica (a pesar de que los tiempos que corren no son muy propicios para tales licencias).
En cualquier caso, gracias por comentar y suerte con tus conquistas.
Saludos cordiales
Cuando he leído 'rosa' dudaba porque es un color que no me gusta nada. Pero al terminar tu relato, ya veo el color con otros ojos.
ResponderEliminarQué bonito lo has contado.
Me quedo con esa imagen de 'la ceniza de su corazón' .
Enhorabuena :)
Bueno, de rosas hay muchos. A mi tampoco me gusta el rosa edulcorado que imponen a las niñas, ni el fucsia pasado de vueltas de quien se quiere hacer notar.
EliminarGracias por estar ahí, Maest.
Saludos
Una historia llena de imágenes. Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Salvador.
EliminarSaludos
Pues bien está lo que bien termina, y esta historia termina felizmente, a pesar de aquel comienzo con aquel joven tan apesadumbrado.
ResponderEliminarLos diversos matices del espíritu definidos por tus colores. Delicado y bonito.
Saludos, Notincgas.
Ay, no quiero adelantar acontecimientos, pero la historia sigue. Te diré tan solo que la próxima entrega sube de tono.
EliminarEncantado de saludarte, Mª Jesús y gracias por tus palabras.
Pues qué bien se entiende... ;-)
ResponderEliminarNotincgas, preciosas imágenes, sobre todo esas lágrimas sin espinas, me ha encantado.
Suerte y un "me gusta"
Las lágrimas que salen del alma siempre expresan sentimientos, pero no necesariamente dolorosos. Se puede llorar de alegría y también de pura emoción.
EliminarGracias por tus palabras y por tus buenos deseos, Rosy.
Muy tierno y emotivo. Además, contado con una preciosa prosa poética. Me ha llegado, Notincgas. Saludos
ResponderEliminarComo decía más arriba, es verdad que en esta serie hay mucho lirismo. Es casi una consecuencia inevitable del hecho de intentar expresar sentimientos con colores.
EliminarSaludos cordiales, Juana.
Me quedo con la brisa benéfica que "escampa la ceniza", como también con esa rosa de espinas ausentes, dos mundos representados en sendas líneas de texto, paralelas como las existencias de tus dos personajes, pero que terminan por interconectarse, como lo prueba el rosa previo de un sonrojo.
ResponderEliminarMe parece muy buena idea que, cada cual en su tono correspondiente, hayas incluido enlaces a los textos con sus colores anteriores. Cuando el arco iris se complete será cuestión de releer la historia completa y en orden.
Un abrazo multicolor
La conexión a la que aludes, estimado Ángel, es la clave del relato. Es el encuentro entre los personajes, pero no tanto en un sentido físico, sino espiritual o sentimental. Es, en definitiva, el momento del enamoramiento y de la redención.
ResponderEliminarEn cuanto a los enlaces, eso es obra del Jefe (saludos, Álex).
Un abrazo también para ti, Ángel.
Es cierto que no son tiempos para la lírica, pero el resultado es tan bonito... Soy fan total de los relatos que van cargados con tantos sentimientos y están tan bien contados.
ResponderEliminarConfieso estar totalmente enganchada a este serie "micromática", Notinc. Si Rojo me gustó, Gris me encantó y Blanco me pareció una exquisitez, ahora llega este Rosa y me hace levitar. Esperando la siguiente entrega, que ya con ese previo que has dado, hace que la espera sea impaciente. Un beso y que no acabe nunca este colorido repertorio.
Malu.
Eres muy amable, Malu. No sabes cuánto me enorgullece que te guste mi collage.
EliminarBesos
Sin duda, el principio de un gran amor.
ResponderEliminarMuy bueno, Notinc. Has hallado una excelente fuente de inspiración en los colores. En este caso cada palabra es una suave caricia.
Saludos y enhorabuena.
Gracias, Enrique.
EliminarTe diré que el ponerme objetivos o restricciones, como los de la esta serie, me ayudan en el proceso creativo en el sentido de que me "centran". Desde este punto de vista, como bien dices, los colores me han servido como fuente de inspiración.
Saludos cordiales
Después de tan buenos comentarios que preceden a este mío, a mí solo se me ocurre para acompañar a este microrrelato lleno de lirismo ese poema, tan breve, de Juan Ramón Jiménez que dice aquello de "No le toques ya más, que así es la rosa".
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y mi admiración personal.
Saludos.
Ignorante, aunque curioso, he buscado el (micro) poema que mencionas y he leído sobre él. Gracias, José Antonio por abrirme esta ventana y por tus amables palabras.
ResponderEliminarAbrazo mayúsculo.