¡Maldito escritor!
Laborioso, serio y reservado, amante de la rutina y la puntualidad, su estrecho mundo encarrilado, en orden.
Mas en un giro inesperado, el autor puso un cuchillo en sus manos, dibujó una mirada perversa, le hizo estallar de rabia y salpicó su gris trayectoria con un rojo pegajoso e intenso.
Mas en un giro inesperado, el autor puso un cuchillo en sus manos, dibujó una mirada perversa, le hizo estallar de rabia y salpicó su gris trayectoria con un rojo pegajoso e intenso.
Qué bueno, Jose!!
ResponderEliminarEn ese espacio invisible entre ambos párrafos se encuentra el enorme poder del escritor sobre sus historias, si bien a menudo son ellas las que lo ejercen sin que este se dé cuenta.
Tanto la idea del relato como su ejecución me parecen extraordinarias.
Mi más sincera enhorabuena y un abrazo. Suerte!!
La imaginación es muy poderosa y al plasmarla en papel nos convertimos en creadores, en este caso de pequeños universos de tan solo 50 palabras escritas y alguna más sugerida.
EliminarEnrique, te agradezco como siempre tu generosa opinión. Quedo a la espera de poder leer y comentar tu próxima criatura. Un abrazo.
A ver...creo que esto es muy importante para todos los que escriben en esta página...si no estáis inspirados, tranquilos,... tranquilos... no empecéis a hacer excentricidades como las que protagoniza el autor del relato, que luego no hay vuelta a atrás. El relato de 50 palabras ya llegará, ya llegará...uy!!! que hacen aquí estas tijeras...
ResponderEliminarMe gusta José Bravo
Creo que el autor aunque un poco excéntrico, ya le tenía preparada al personaje la sorpresa desde que se conocieron. No ha tenido suerte, si el autor se dedicara a escribir relatos románticos, seguramente el personaje hubiera cambiado encantado de costumbres.
EliminarUn saludo y muchas gracias conductor.
a ver, creo que ya voy llegando; puede ser que el autor (no del relato, que eres tú, si no el autor protagonista de tu relato) ha creado un personaje muy ordenado, etc. y es este el que se suicida o asesina, que creo que no se especifica, porque su creador le tiene preparado ese destino. Creo que esta es la idea de tu relato verdad? gracias por la aclaración.
EliminarYo había entendido que el protagonista de tu relato (otro autor) llegó a las manos consigo mismo hasta hacer una verdadera locura, quizás por falta de inspiración...Buff que lios me hago. Gracias por echarme un cable!!!
Muy buen relato, me gusta.
Pero...esta vez no me equivoco verdad?
Este relato, como cualquier otro, puede ser entendido de diferentes formas y creo que eso lo enriquece.
EliminarAhora estoy leyendo un pequeño libro que me gusta mucho de Mark Strand sobre el pintor Edward Hopper. Comenta una veintena de sus cuadros de forma sencilla, viendo en ellos formas geométricas, bosques amenazadores, personajes con intenciones o pensamientos concretos. Y me pregunto, ¿realmente al pintar los cuadros Hopper quiso plasmar eso o son solamente las interpretaciones de Strand? Creo que da igual, es lo que el autor del libro percibe. Son cuadros sencillos y bellos. Por supuesto están pintados en un lugar y fecha concretos que los condiciona, pero más allá de esa circunstancia, si te llegan y conmueven algo ha logrado el autor.
Aquí, creo que todos somos inquietos lectores y por lo tanto mentes abiertas y creativas. Yo disfruto mucho leyendo vuestras historias y por supuesto también me gusta participar.
Siento haberme extendido. Saludos conductor.
Lo bueno de poder comentar las obras con el autor es que puedes llegar a comprender exactamente lo que quiere decir, e incluso (en ciertos casos claro) la razón de porqué escribe, o pinta o toca en cada momento un cosa determinada. Obliga al observador a intentar ponerse en su lugar, y que este llegue a pensar de la misma manera. El resto de interpretaciones, pueden ser sugerentes, agudas o incluso malas, pero todas equivocadas. No creo que el fin de una obra sea, salvo deseo expreso del autor, que cada uno piense una cosa distinta de su obra. Piensa por ejemplo en momentos de guerra, conflicto o censura, donde el artista quiere dar algo a entender de una forma oculta, y que de una forma puramente objetiva no quebrante ninguna restricción para no ser censurada. El fin es transmitir una idea clara, pero de la que pueda haber varias interpretaciones, una objetiva y equivocada (para la censura) y otra subjetiva y acertada(para el resto). Es mi opinión claro.
EliminarBueno, ahora me he extendido yo, Saludos Jose Bravo
Muy bueno, José.
ResponderEliminarQue poder tienen (tenemos) los escritores sobre sus personajes que en un giro, como el tuyo tras ese perfecto espacio, cambian su vida en un golpe de pluma.
Me sumo a los comentarios tan acertados de Enrique y nuestro conductor favorito de autobús.
Me ha gustado mucho.
Saludos, escritor.
Pablo
Por cierto, José. Muchas felicidades.
EliminarY aprovecho para felicitar a tod@s l@s que celebráis hoy vuestra onomástica.
Y a los papás por supuesto.
Saludos
Pablo, tú que guardas en la libreta el destino de tantos personajes, sabes perfectamente que podemos ser benevolentes o crueles con ellos. En ese mundo paralelo todo está permitido salvo las faltas de ortografía.
EliminarGracias por tus felicitaciones, en mi caso por las dos que me corresponden.
Un abrazo.
¡Felicidades, José! Por tu santo y por tu relato. Cómo te han cundido las 50 palabricas y qué respingo me ha provocado tu final...
ResponderEliminarGracias por tu doble felicitación. La verdad es que 50 palabras pueden quedarse cortas en algunas ocasiones, y éste es el caso. Me faltó por describir cómo usó el cuchillo y el placer que obtuvo al emplearlo.
EliminarPero bueno, con un respingo me doy por satisfecho.
Un abrazo Patricia.
En el momento más inesperado, nuestra vida puede dar un giro sin saber por qué. Aquí lo sabemos. La vida del protagonista cambió por la maestría del autor del relato. Se la cambió de todas... todas. Hasta le cambió el color.
ResponderEliminarEsos giros nos pueden poner en el cielo o cabeza abajo, pero así es la vida una maravillosa sorpresa.
EliminarGracias por tu comentario Salvador.
A eso se le llama dar un vuelco o giro inesperado, y ya que tu autor se ha decidido a hacerlo, lo ha hecho de una forma sonada, tanto como para ser capaz de cambiar el gris por el rojo.
ResponderEliminarYa aprovecho: Feliz en tu día.
Un abrazo
A pesar de querer pasar desapercibido, creo que el autor se había fijado en este personaje y vio en él detalles que no le gustaron.
EliminarGracias Ángel por el comentario y tu felicitación.
Un abrazo.
Cuidadito con los escritores, lo mismo te suben al cielo que te bajan al infierno.
ResponderEliminarFelicidades por tu día Jose.
Un beso.
Malu.
- ¡Qué malvados los escritores, qué uso más perverso pueden hacer de su imaginación! Malu, no te juntes nunca con ellos, no son una buena influencia. ¿Malu, me escuchas? ... creo que no me ha hecho ni caso.
EliminarGracias Malu por tu comentario y felicitación.
Un beso.
Ja, ja, ja ... te escucho, alto y claro, pero siento decirte que tus consejos llegan tarde, me junto con muchos escritores todos los días y lo mejor de todo es que son buenísimos, así que presiento que voy a seguir juntándome con ellos mucho tiempo.
EliminarLos autores son pequeños Dioses. Crean las vidas de sus personajes y sus universos y les hacen ir y venir por donde quieren. Pero, cuidado, a veces los personajes cometen herejía y tomando las riendas de sus propias historias, acaban por decidir su destino.
ResponderEliminarSaludos, José
Es cierto, hay personajes que nos pueden tener preparadas aterradoras sorpresas en páginas que aún están en blanco. Con esos hay que acabar cuanto antes, si no, se podrían hacer con el control de la historia y cambiar el final a su antojo.
ResponderEliminarMe he quedado un poco intranquilo Notincgas, borraré ahora mismo esta idea de mi cabeza.
Gracias por el comentario. Saludos.
Yo tengo un problema, y gordo, por lo que veo, y es que no soy capaz de domeñar a mis personajes. Y ahora, después de leerte, entiendo muchas cosas.
ResponderEliminarGracias por abrirme los ojos, Jose.
Un saludo.
No dejes que tus personajes se rebelen y te contradigan. No les des alimento ni nombre hasta que obedezcan y cumplan tus deseos.
EliminarNo sé, es sólo un consejo y ya se sabe, es más fácil darlos que seguirlos.
Saludos Margarita.
Pues sí que es un maldito escritor. Y tal vez también rencoroso, porque bien podría haber puesto en las manos de su personaje un ramo de rosas (también valdría una única flor), dibujarle una mirada ardiente y apasionada, hacerle estallar de júbilo y regocijo y obligarle a gritar a los cuatro vientos cuánto la quería... Ezequiel, incluso, podría haberle pasado alguno de sus cien poemas.
ResponderEliminarPero claro, entoces no habría sido maldito. Con lo que gusta eso.
¡Muy bueno! Va mi "Me gusta" y un saludo.
Pues creo que sí, debería haber sido más benigno con él, incluso haberle nublado la vista y el corazón cómo dices. Pero, ¿y la víctima o víctimas de nuestro personaje? Esos si que pagaron el mal día del maldito escritor.
ResponderEliminarGracias José Antonio por pararte a comentar. Saludos.