Miedo, terror, pánico
Era un ser retorcido, maligno. Sentirle llegar y temblar, todo era uno. ¿Podría liberarme de su presencia? Siempre me faltó el valor, pero el convencimiento de que mi destino era convertirme en él me impulsó aquella noche.
La inspectora me llamó y cuando sonó el móvil apenas balbuceé: "¿Todavía respira?".
La inspectora me llamó y cuando sonó el móvil apenas balbuceé: "¿Todavía respira?".
Hola Rafael. A ver si interpreto bien tu relato. Corrígeme si no lo hago. Un hombre tiene un miedo ancestral hacia otro, al que parece considerar, lo sea o no, demoniaco. Por temor o para asegurar su propia supervivencia decide eliminarlo, pero al hacerlo, se convierte también en un ser abyecto, en un frío asesino, igual o peor de maligno que aquel a quien acaba de suprimir, Lo curioso es que todo parece formar parte de algo preestablecido, de un círculo vicioso donde el destino estaba escrito, de ahí que no pueda hacer otra cosa.
ResponderEliminarYa me dirás. Un abrazo
No sé si me equivoco pero me arriesgaré. ¿Podría ser el caso de un doble? Se ve reflejado en otro hombre y le parece demoníaco. Estilo Wilson Wilson de Poe o el Elixir de la vida de E. T. A. Hoffman con su protagonista, el monje Menardo. Sea como sea, es un buen micro.
ResponderEliminarEspero tus comentarios.
Saludos.
Pablo.
Coincido con Ángel en la interpretación del micro, pero solo en la primera parte. Decide matar a ese ser maligno precisamente para eludir su destino de llegar a convertirse en alguien malvado como él.
ResponderEliminarEsperaremos la interpretación del autor.
Un saludo, Rafael.
Yo veo varias interpretaciones también en el primer párrafo. Pero cuando leo el segundo ya no me vale ninguna. Me ha pasado algo parecido con algunas películas; que no me he
ResponderEliminarenterado de nada pero me han parecido buenas.
EliminarSaludos y suerte, Rafael.
Pues resulta que la idea era la de plasmar el sentimiento de alguien al que le repugna su propia maldad. .Va en la línea de Pablo, pero en una sola persona.Lo veo como un personaje capaz de desdoblarse, un poco en homenaje de Jekyll y Hide de Stevenson..
ResponderEliminarNo se si he sido muy original, pero así lo pensé..
Gracias por vuestro comentarios, mucho más por el interés en buscar sentido profundo a mis ocurrencias..
Un saludo a todos y cada una de vosotros..
Yo he pensado dos opciones, una como Pablo, en la historia de Poe cuyo título es William Wilson y otra, que tenía personalidad disociada. Ahora, después de leer los comentarios y tú aclaración, Rafael, está clarísimo.
ResponderEliminarPobre protagonista y buen relato.
Un beso.
Malu.
Cierto Malu, William Wilson. ¿qué he puesto yo?...Ya lo he visto, Wilson Wilson :-$ ¡Qué cabecita la mía!
EliminarSaludos.
Pablo
Jajajaaa, Pablo, da igual, yo te había entendido
EliminarYo iba totalmente desencaminada. ¡Había pensado en su padre! Me he despistado con eso de que "mi destino era convertirme en él". Me he inventado una historia parricida de la nada :s
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato Rafael. Siempre he sentido debilidad por los textos que te hacen pensar.
¡Besos!