No hay derecho
Los viernes de mi vida vienen solos. Lo hacen uno tras otro. Pero la semana pasada no dio la cara. Esperé durante todo el fin de semana pero no apareció. Como no asome esta vez... hablaré con la semana. ¡Mi vida quiero vivirla entera! No puedo perder un solo día.
Salvador, gran micro.
ResponderEliminarQue bien escrito. Y bueno, estoy contigo, las semanas hay que vivirlas enteras y si desparece un día, que sea el lunes, pero nunca nuestro querido viernes.
Imagínate que desastre para Robinson Crusoe.
Saludos
Pablo
Ese fin de semana representábamos una obra de teatro. No pude leer los comentarios. Gracias, Pablo.
EliminarPues de nosotros depende el no desperdiciar el tiempo. Ya lo dice ese chico de nombre tan raro: ¡Ni una página en blanco más!
ResponderEliminarBuen relato, Salvador.
Saludos.
Gracias, Enrique.
EliminarNo hay derecho ni decoro. ¡Mira que escaparse tu viernes! A este paso nos van a quitar el mes de agosto.
ResponderEliminar¡Reclama!
Hay que reclamar, claro que sí. Gracias Patricia.
EliminarNo se puede escapar ni un solo día y menos un viernes. Pero si vuelve a suceder, haz de cualquier simple lunes un viernes y verás que no se vuelve a perder.
ResponderEliminarUn beso Salvador.
Malu.
Gracias por el consejo. Lo haré,
EliminarLas semanas son demasiado cortas para que se pierda ningún día.
ResponderEliminarYa me dirás qué te contesta. A mí tampoco no me vendría mal saberlo.
Un saludo, Salvador.
Aún sin respuesta, Margarita. Gracias.
EliminarSi es que el tiempo a veces corre demasiado :) Hay que reclamar.
ResponderEliminarMuy divertido micro.
Suerte ♣
Me alegra haber sacado una sonrisa tuya. Gracias.
EliminarPues ojo con este viernes, porque es viernes y trece. Ya nos contarás si aparece sin más o se hace el interesante...
ResponderEliminarMuy original. Saludos
¡No apareció! Ni se ha manifestado de ninguna manera.
EliminarEl problema de tu reclamación, Salvador, es que posiblemente la sra. Semana no se digne en contestarte. Ante su previsible mutismo, te propongo alguna medida drástica, como añadir más días a febrero, o que todos los meses tengan 31, seguro que la susodicha no se entera y así tendrías una compensación. No hay que perdonar ni un minuto, que el tiempo es oro.
ResponderEliminarUn abrazo
No sería mala cosa esa...habré de esperar al próximo bisiesto.Gracias, Maestro.
EliminarHay que reclamar, te lo digo por experiencia. Yo también perdí el viernes, luego el lunes, y así sin darme cuenta, he perdido diez años!
ResponderEliminarMuy ingenioso, Salvador.
Saludos.
Espero no llegar al diez años. ¡No pienso perder ni in día más! Gracias
EliminarEsa es la idea, Salvador, vivir la vida entera, sin dejarnos un solo día sin vivir con intensidad. Me ha encantado la parte en la que dices que tienes que hablar con la semana para ver que pasa con los viernes. Genial. Te felicito por este microrrelato. Un saludo.
ResponderEliminarMinuto a minuto. Segundo a segundo. Gracias
Eliminar¡Toma ya! ¡Y precisamente el viernes! ¡El mejor día de la semana! Muy original, sí señor.
ResponderEliminarMuy bueno, Salvador.
Un abrazo
Gracias, Luis. ¡Con lo bueno que es vivir el viernes!
Eliminar¡Toma ya! ¡Y precisamente el viernes! ¡El mejor día de la semana! Muy original, sí señor.
ResponderEliminarMuy bueno, Salvador.
Un abrazo