Sangrante sinrazón
Cruce de miradas elocuente. Un simple parpadeo, una leve inclinación del rostro. La dirección correcta fue marcada, sin ambages, emplazando al receptor del mensaje a que asumiera su parte protagonista en la acción. Última revisión a ese cinturón cableado ceñido a la cintura, y el pseudoparaíso imaginado se hizo presente.
Es asombroso el modo en que los fanatismos, sobre todo el religioso, pueden estrechar nuestra razón hasta anularla por completo.
ResponderEliminarMuy bien narrado ese fatídico momento, Rafael.
Enhorabuena y saludos.
Enrique.
Estoy de acuerdo con Enrique. Muy bien narrado y un título muy adecuado.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael. Buen micro
Pablo
Lo mismo te digo Pablo
EliminarUn saludo
Gracias Enrique. No hubiera querido imaginar este relato, pero era inevitable.
ResponderEliminar"In memoriam" de las 192 vidas segadas el 11 de marzo de 2004
Un saludo
Me has dejado sin palabras y con el corazón helado.
ResponderEliminarLa crudeza de la sinrazón no necesita más palabras.
Un abrazo, Rafa.
¡No, por favor! La palabra es el "arma secreta" de nuestra esperanza...Habla, hablemos..
EliminarGracias Patricia
Muy impactante este micro narrando un momento tan aterrador. Por desgracia, los fanáticos van en aumento y no sé qué nos tocará todavía ver...
ResponderEliminarSaludos.
No lo sabe nadie, Juana...no lo sabe nadie, pero deberemos resistir todo lo humanamente que podamos.
EliminarGracias
Rafael, tema duro,sangrante y preocupante donde los haya. No puedo entender ese fanatismo en las personas y sobre todo el auge que hay ahora mismo en jóvenes, casi niños y ya con ese objetivo en su mente.
ResponderEliminarUn micro escrito de forma impoluta, perfecto y con la seriedad que merece.
Enhorabuena, un beso.
Malu.
Sí, en la niñez y juventud se toman decisiones erróneas. Eso es el proceso de maduración; y es por ello que los que ya no son tan jóvenes inciden en el adoctrinamiento temprano. Todo un plan maligno..
EliminarGracias Malu por tu comentario.
Excelente micro.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Muchas gracias Rosy Val
EliminarMuy elocuentes tus palabras, Rafael, como ese cruce de miradas con el que las inicias. Aunque tú sí tienes una buena razón para hacernos ver ese sinsentido.
ResponderEliminarUn saludo.
Las razones las compartimos todos. Por desgracia, nadie está exento.
EliminarOtro saludo para tí y gracias por el comentario, Margarita
Tratar de ponerse en la mente complicada o, quizá, demasiado simple, de unas personas de dirección única, ya es un buen ejercicio literario. La violencia como recurso sólo puede empeorar más todas las cosas.
ResponderEliminarTambién el año pasado apareció en 50 Palabras un trabajito mío en homenaje a los inocentes del 11-M. El tiempo pasa, pero las ausencias permanecen y, por desgracia, algunas actitudes también.
Un abrazo, Rafael
Cierto. Si el tema de los actos violentos es duro, el de las actitudes derivadas de ellos es aún algo que revuelve los instintos más ruines de algunos. Pero ese es otro tema, no para un micro, más bien para un macro...
EliminarOtro abrazo, Ángel, y muchas gracias
Es un relato que te penetra, aunque si te soy sincero, me ha costado llegar a lo del 11M.
ResponderEliminarA veces tengo complejo de torpe. De todas formas rezuma tensión y crudeza. Buen relato.
Un abrazo, Salvador.
El 11M es el aglutinante histórico, pero sirve para otras situaciones asimilables... Gracias, Luis
EliminarPromesas de paraísos pagadas a precio de infierno. ¡Somos tan frágiles, en realidad!
ResponderEliminarSaludos, Rafael.
Frágiles y efímeros, amigo. Gracias por tu interés
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